Bodegas y viticultores de la D.O. Rías Baixas apuestan cada día por el desarrollo sostenible
En el corazón de la Denominación de Origen Rías Baixas, la apuesta por la sostenibilidad es uno de los pilares fundamentales del día a día de cada vez más bodegas y viticultores. Elaborar vino en un paraíso natural como las Rías Baixas y hacerlo sobre las bases de la viticultura tradicional, significa todo un compromiso.
Compromiso con la vitivinicultura sostenible para preservar el arte de crear vinos de excelente calidad a través de procesos y técnicas respetuosas con el medio ambiente, pero también con el entorno social, con las nuevas generaciones para dejarles el mejor legado. Un compromiso de calidad y de colaboración entre viticultores y bodegas para elaborar el mejor producto posible con las prácticas más sostenibles desde todos los puntos de vista.
Más allá de las vides, las bodegas de la D.O. Rías Baixas asumen un compromiso arraigado con las comunidades locales, como siempre se ha hecho en esta región. Esta actividad genera un impacto económico que se refleja en la sociedad. Una conexión directa que contribuye a mantener la vitalidad económica de la zona, fortaleciendo así el tejido social que hay detrás de cada botella de vino.
Este impulso a la sostenibilidad se extiende a más campos, como el de la innovación, una gran aliada para mejorar la eficiencia y reducir el impacto en las bodegas. Desde la utilización de energías renovables hasta la aplicación de técnicas de vinificación que reducen la generación de residuos, son múltiples los avances que persiguen una actividad más respetuosa con el medio ambiente.
Pazo de Señoráns: Un encuentro entre tradición y tecnología
En Pazo de Señoráns, el pasado y el futuro se dan la mano. Vicky Mareque, gerente de la bodega, nos explica cómo la más pura tradición vitivinícola puede combinarse con la tecnología más avanzada de manera sostenible.
“Pazo de Señoráns ha aplicado las mejoras tecnológicas a las que hemos tenido acceso, sin perder de vista la viticultura tradicional sostenible”
Un ejemplo de ello es su depuradora biológica que, a través de humedales artificiales, permite depurar todas las aguas residuales utilizadas tanto en la bodega como en el Pazo de Señoráns. De este modo y sin apenas consumo energético, explica Mareque, las aguas totalmente limpias pueden reutilizarse para el riego o volver totalmente limpia a la naturaleza.
A otras prácticas sostenibles de esta bodega se suma su apuesta por el uso del vidrio verde en las botellas “desde siempre”, para evitar “la influencia de los rayos UVA en el vino” y una disminución progresiva del peso de las botellas, lo que les ha permitido reducir su huella de carbono, tanto en el envasado como en el transporte.
Granbazán: Preservando el ecosistema
Otro ejemplo de vitivinicultura sostenible es Granbazán, donde Diego Ríos, enólogo, nos conduce por los senderos de la responsabilidad ambiental y social.
“La idea es que el ecosistema se mantenga lo más intacto posible y nosotros, como bodega, impulsar o facilitar la presencia de estas especies”
Fue la primera bodega en España en obtener la certificación FAIR’N GREEN, que evalúa 150 aspectos para medir la sostenibilidad de la bodega y establece unos hitos para mejorarla año a año. Más allá de su manejo fitosanitario sostenible y del favorecimiento de un ecosistema con más de 400 especies de fauna y flora en su viñedo, Granbazán es una referencia en el compromiso social que mantiene con sus viticultores y con entidades sociales y ONG. Y, por supuesto, también en vinos excepcionales.
Rectoral do Umia: Una comunidad que cultiva historias y viñedos
En Rectoral do Umia, su apasionada directora técnica, Olga Verde, hace hincapié en el impacto positivo que grupos como Vinos y Bodegas Gallegas tienen en la economía local.
“Muchos de nuestros viticultores empezaron con nosotros en el 2009, algunos de ellos son sus hijos o hijas. Trabajamos con entre 180 y 200 familias, es un modo de mantener (…) la economía local”
Su apuesta por elaborar vinos con uvas de 4 de las 5 subzonas que tiene la D.O. Rías Baixas y de diferentes viticultores implica mantener una relación duradera, estable y sostenible en el tiempo. La viticultura en Rectoral do Umia prima el trabajo en el viñedo para protegerlo de los ataques y la racionalizacón de los tratamientos. A esto se suma una apuesta por la reducción de recursos en la elaboración de vino a través del uso de paneles fotovoltaicos y de la concentración de tareas en las horas de mayor producción de energía.
Mar de Frades: Un compromiso que trasciende al paso del tiempo
Que la sostenibilidad es un compromiso y un legado lo saben bien en Mar de Frades. Paula Fandiño, su enóloga, destaca su certificación Wineries for Climate Protection, que les acredita como bodega con un compromiso global por la sostenibilidad. Para preparar y enriquecer la cubierta vegetal de sus viñedos, han sustituido los herbicidas por el pastoreo con ovejas entre las viñas y elaboran su propio vermicompost con restos de vinificación y ayuda de las lombrices.
“Es nuestro legado, es el compromiso con el futuro, es nuestro compromiso con nuestro entorno, con el medio ambiente, con las personas y con las futuras generaciones que queremos que mantengan el proyecto para que perdure en el tiempo”
Aquí, desde los hoteles de insectos o los nidos para aves y murciélagos en el viñedo hasta el etiquetado de las botellas… Cada acción tiene un propósito más profundo: preservar el entorno, honrar la tierra y garantizar que las futuras generaciones hereden un proyecto que perdure en el tiempo.
Tecnologías como las estaciones meteorológicas para conocer las necesidades del viñedo y el riesgo de enfermedades fúngicas para tratar solo cuando es necesario son de uso generalizado en la D.O. Rías Baixas. Pero en cada bodega de Rías Baixas, la sostenibilidad se manifiesta como un compromiso más allá de etiquetas y certificaciones: Es un estilo de vida basado en el convencimiento común a toda actividad agrícola de que solo es posible trabajar con absoluto respeto a la tierra y las personas.
El compromiso con el desarrollo sostenible es parte de nuestro ADN porque los vinos Rías Baixas son la expresión de respeto por la naturaleza y la tradición, como resume Pauña Fandiño: