No es ningún secreto que la música es el complemento perfecto para (casi) todo en la vida y el vino no es excepción. El deleite de los sentidos puede combinarse y para ello existen bandas sonoras y discos que maridan sin estridencias con los vinos de la D.O. Rías Baixas, elevando los matices en cada copa. ¿Quieres descubrir una selección musical variada y de calidad para disfrutar de tu vino favorito? ¡Continúa leyendo!
«Partners», de Barbra Streisand
Durante más de 60 años, la polifacética Barbra Streisand ha sido capaz de copar listas de éxitos en todo el mundo. Echó un pulso al público y ganó de nuevo en 2014 cuando publicó Partners, un repaso a algunos de sus éxitos en compañía de otras leyendas de la música, incluso fallecidas, como en el caso de Elvis Presley. La completa orquestación que acompaña al disco, la química con sus compañeros y los matices que la edad han aportado a la voz de Streisand son el maridaje ideal para un vino D.O. Rías Baixas.
«El fabuloso destino de Amélie Poulain», de Yann Tiersen
Amélie Poulain es ya un mito del cine del siglo XXI porque su impacto en la cultura pop sigue resonando en nuestros días, generando tendencias en moda o un nuevo arquetipo femenino en la pantalla. Pero sus aventuras no serían lo mismo sin los violines y acordeones que la acompañan por París. La banda sonora de Yann Tiersen forma parte del imaginario colectivo y resulta adictiva gracias a piezas como La noyée.
«Ofertório», de Caetano Veloso
El brasileño Caetano Veloso es un astro de la música popular latinoamericana, una figura que pasará a la historia por modernizar y combinar ritmos tradicionales con otros más contemporáneos. En este caso, Ofertório es una rareza grabada en directo en el teatro NET de Sao Paulo en 2017 junto a su familia. A lo largo de sus 14 canciones de calma y melodías de jazz, se encuentran la sensibilidad de las cuerdas y la percusión con una suave voz susurrante.
«De todas las flores», de Natalia Lafourcade
La sensibilidad de las partituras es compatible con la profundidad y las emociones de las letras, así lo ha demostrado la mexicana Natalia Lafourcade en múltiples ocasiones. En 2022, su disco De todas las flores supuso un paso al frente en su apuesta por el intimismo tras años de renovación de la canción tradicional mexicana. En esta ocasión, Lafourcade le canta al amor y la pérdida con descarnada elegancia, como sin ganas de molestar, y entre la calma deja florecer los matices, al igual que una copa de vino D.O. Rías Baixas.
«Opera Sauvage», de Vangelis
El compositor griego Vangelis fue un innovador en un ámbito tan conservador como las bandas sonoras gracias a la introducción de instrumentos electrónicos y melodías inusuales. Sus obras han pasado a la historia en algunos casos por la profundidad que evocan, pero en el caso de Opera Sauvage lo importante es el viaje que se propone a través de sus paisajes sonoros. Este disco, elaborado para acompañar a un documental sobre fauna, tiene la capacidad de evocar sin ser evidente, dando libertad al oyente para que imagine libre.
«Blue Banisters», de Lana del Rey
El séptimo disco de Lana del Rey, Blue Banisters, supuso un nuevo capítulo en la carrera de una de las artistas más influyentes del siglo XXI y su aproximación a la música como diario personal. A través de sus versos pueden encontrarse pasajes de la vida íntima de la cantante y referencias al contexto en el que fue escrito, como las mascarillas o el último modelo de iPhone, sin perder de vista el universo emocional tan característico de Lana del Rey. Es sencillo dejarse llevar por los ritmos a piano y sorprenderse con trompetas o referencias inusuales.
«El último emperador», de Ryuichi Sakamoto
Al igual que ocurre con los vinos D.O. Rías Baixas, las fronteras internacionales no son una barrera para la música y en no pocas ocasiones la combinación con Asia tiene resultados muy satisfactorios. Eso lo supo bien el compositor japonés Ryuichi Sakamoto, encargado de componer la banda sonora de El último emperador, dirigida por Bernardo Bertolucci. A través instrumentos tradicionales chinos y otros más comunes en Occidente, Sakamoto acompañó la vida del último emperador de China y creó algunas de las partituras más celebradas de la historia del cine.
«Mid Air», de Romy
La cantante Romy se ha independizado este 2023 del grupo indie rock The xx, con el que saltó a la fama y adquirió relevancia hasta considerarse una de las bandas fundamentales del siglo XXI. Con su debuten solitario Mid Air, la vocalista inglesa cambia de registro por completo y se lanza a la pista de baile con ritmos europeos, por delante de lo actual como siempre para indicar el camino que el pop transitará dentro de un par de años. Estos nuevos himnos de la alegría hablan de disfrutar sin prejuicios y recuperar el contacto con uno mismo.
«(What’s the story?) Morning Glory», de Oasis
Pocos clásicos de los 90 se han mantenido tan intactos hasta la actualidad como Oasis, mitos vivientes de un momento único en la música inglesa. Más allá del hit intergeneracional que es Wonderwall, Oasis creó un disco completa que acompaña a una buena copa de vino D.O. Rías Baixas en cualquier situación: (What’s the story?) Morning Glory. Nadie puede resistirse a pasearse por esas guitarras y letras punzantes, en las que el desamor se combina con la ira juvenil y el humor seco. Un viaje en el tiempo con el mejor sabor de boca.
«Bonnie and Clyde», de Brigitte Bardot y Serge Gainsbourg
A finales de los años 60, la música francesa vivía uno de sus mejores momentos por la eclosión de nuevos talentos y nuevas vías de expresión. De aquel tiempo queda un inusual disco colaborativo entre dos estrellas absolutas, la actriz Brigitte Bardot y el cantautor Serge Gainsbourg, titulado Bonnie and Clyde. Las sutiles y contenidas emociones se escapan elegantes en cada canción que comparten, controlando la tensión que existía entre ambos, y se reparten el protagonismo en sus respectivos solos.
