Frore de Carme, S.L.

Como la historia de un vino va unida a la del bodeguero, la vida condujo a Eladio a tener la posibilidad de elaborarlo bajo el paraguas de la pasión y del desarrollo como persona. Vender su anterior marca por un problema de salud de Carmen, su pareja, le brindó la posibilidad de emprender esta etapa de honestidad, donde la naturaleza marca las normas y de nadar a contracorriente de la globalización del gusto, de la proliferación de los vinos fotocopia y las imposiciones del mercado. “Quiero que la riqueza de mi vino la determine su singularidad, su fidelidad a un paisaje, su autenticidad…”.
Eladio es un pequeño viticultor identificado con estos valores, quiere elaborar vinos que cuenten una historia, que emocionen, quiere llevar el alma de la tierra al vino porque si no hay vida en los suelos no hay vida en el vino.
Sus parcelas están ventiladas por los vientos del norte que traen recados de yodo y sal que conforma la identidad de sus Vinos “desnudos”, Vinos de fermentación espontánea y lenta, maceraciones prolongadas con sus hollejos (incluso en el inicio de la fermentación), crianzas muy largas sobre lías y sin maloláctica (los Albariños), siempre embotellados en día flor. En definitiva, orgánicos, armoniosos, longevos y gastronómicos.
Nuestra bodega se encuentra en el corazón del valle del Salnés, la complejidad de nuestros vinos se basa en la diversidad de las parcelas. El resultado son vinos acordes con su entorno, vinos de “Paisaje” o de “Paraje”, sinceros, expresivos, vivos y frescos, que transportan al beberlos al lugar donde nacieron.
Detrás de cada vino suele haber una historia, un relato que transmitir a los que beben ese vino. Profundizamos en esa historia para que aquellos que lo beben puedan valorar de una manera más profunda y cercana aquello que está en la copa.