En el año 1975 se funda esta bodega, que involucra a 30 familias viticultoras con el objetivo, de la defensa de un producto al que sus ancestros habían dedicado su vida y su trabajo para lograr una economía sostenible.
Desde entonces y hasta el día de hoy ha ido marcando una personalidad y tipicidad propia en sus vinos en el Salnés; para lograrlo, se apoyan en estudios científicos, colaborando con distintas universidades y centros de investigación europeos, aplicando programas de I+D+I.
Con todo ello, su verdadera maestría y diferenciación recae en su profesionalidad al integrar estos conocimientos en la viticultura y elaboración, siendo estas realizadas de forma muy respetuosa con el medio natural y con la inestimada colaboración de la microflora autóctona (levaduras y bacterias).