En 1984, la familia Padín-Garrido inicia un modesto proyecto para la elaboración de vino albariño, profesionalizando una actividad con larga tradición familiar. En 1989, se incorpora a la recién creada D.O. Rías Baixas, propiciando el desarrollo y modernización del negocio, junto con el conocimiento recogido en el núcleo familiar, ha hecho posible el gran reconocimiento de nuestros albariños y su proyección internacional. En 2012, se convierte en una bodega precursora en la elaboración de los primeros espumosos Rías Baixas siguiendo el Método Tradicional, al igual que el prestigioso Champagne francés o el Cava español.