Reconocidos especialmente en el exterior, los Tintos Rías Baixas se están haciendo un hueco en el mercado. Para aquellas personas que todavía no las han descubierto, os explicamos cómo son estos vinos y cuáles son sus principales características diferenciadoras. Estas elaboraciones se definen como Tintos Atlánticos, siendo el fiel reflejo de la influencia climatológica del lugar donde se encuentran los viñedos. Entre sus características más destacables se encuentran su frescura, la presencia de mucha fruta y carga aromática y su mineralidad.
Los Tintos Rías Baixas se pueden elaborar con cualquiera de las siete variedades de uva contempladas dentro del Pliego de Condiciones del Consejo Regulador: Caiño tinto, Castañal, Espadeiro, Loureira tinta, Sousón, Mencía, Brancellao y Pedral. En la Denominación de Origen Rías Baixas sólo se trabaja con variedades autóctonas, que son precisamente las que aportan singularidad a nuestros vinos y marcan la diferencia.
Precisamente esta singularidad es la que llama la atención de los públicos, especialmente de aquellas personas a las que les apetecen degustar nuevas elaboraciones y que no se encuentran condicionadas por una tipología de vinos concreta. En este sentido, los Tintos Rías Baixas se diferencian con respecto a otras elaboraciones en que no les hace falta barrica. Por tanto, lo que los consumidores se encuentran en la botella es lo que sale directamente de la uva.
Algo que por norma general llama mucho la atención de quienes los prueban, ya que les parecen unos vinos agradables y apetecibles.
El Master of Wine español, Pedro Ballesteros, valora muy positivamente los Tintos Rías Baixas y así lo confesó hace dos años cuando dirigió una cata comentada de estas elaboraciones en el municipio de As Neves. “Son unos vinos muy delicados y diferentes, atlánticos, de poco grado y una acidez que se disfruta.
Tienen un carácter único, con esos salinos, que son precisamente los que los van a diferenciar con respecto a otros, especialmente para la gente que tiene un gusto más refinado en vinos”, aseguró Pedro Ballesteros, quien animó a las bodegas a seguir trabajando por poner en valor estas elaboraciones, ya que “tienen un potencial enorme”.
También la Master of Wine Sarah Jane Evans se ha mostrado muy interesada por conocer más los Tintos Rías Baixas. Sobre ellos indicó que son los grandes desconocidos, por lo que, al igual que Ballesteros, abogó por continuar el trabajo de las bodegas en la elaboración de este tipo de vinos.
La apuesta por la elaboración de Tintos Rías Baixas se ve reflejada también el progresivo incremento del número de empresas que elaboran este tipo de vinos amparados por la Denominación de Origen Rías Baixas.
Mientras que en el año 2010 eran 16 bodegas inscritas las que elaboraban Tintos Rías Baixas, en 2017 esta cifra supera el doble.
En la actualidad, 37 bodegas de Rías Baixas están trabajando en la recuperación de las variedades tintas autóctonas para elaborar este tipo de vinos.
La producción de variedades tintas en 2017 rozó los 334.000 kilos, lo que supone un 0,84% del total de uva de esta Denominación de Origen.
Por subzonas, la que mayor producción tiene es Condado do Tea, con más de la mitad de las uvas tintas recogidas en la denominación.
Precisamente por esta hegemonía, se apostó hace ya 13 años por la puesta en marcha de una celebración en torno a estas elaboraciones. La Festa do Tinto Rías Baixas que se celebró en As Neves los pasados 7 y 8 de julio y sirvió como escaparate para dar a conocer el amplio potencial de estos vinos.
No en vano, la celebración contó con una gran acogida por parte del público.
Especialmente interesante resultó el Túnel del Vino, que en esta edición se ubicó en un lugar muy céntrico. Allí se mostraron un total de 27 referencias de Tintos Rías Baixas, que fueron degustados especialmente por más de medio centenar de profesionales tanto españoles como extranjeros (más concretamente, portugueses e ingleses).