En las Navidades de 2012 salían al mercado por vez primera los espumosos amparados bajo la D.O Rías Baixas.
Era la culminación de un largo de proceso de autorización y desarrollo de la normativa específica, pero también el comienzo del camino en el que distintas bodegas de esta denominación de origen están caminando para la elaboración de espumosos blancos y tintos nacidos de las distintas variedades de uva amparadas. Actualmente seis son las bodegas de la D.O que comercializan un vino espumoso amparado bajo la DOP Rías Baixas, en total nueve marcas. Desde los primeros y tímidos pasos en 2012, cuando se ampararon poco más de 18.000 litros (18.617 l.), hemos pasado a más de 70.000 en 2013 (70.109 l.), lo que ha supuesto un importante paso adelante en el proceso de comercialización de este producto. Respecto a las características y proceso de elaboración, la mayor parte de los espumosos elaborados en la D.O Rías Baixas hasta la fecha han sido llevados adelante siguiendo el método tradicional, que requiere de 9 meses de elaboración, y la mayoría han optado por la variedad albariño, la mayoritaria en esta denominación de origen, aunque también encontramos espumosos tintos.
En cualquier caso, a decir del director del departamento técnico del Consejo Regulador, Agustín Lago, estamos frente a unos espumosos diferentes cuyas características organolépticas están marcadas por “la tipicidad propia de nuestros vinos, sobre todo marcado por la variedad albariño, así como los niveles de graduación que están medio punto por encima que otros espumosos como el cava”, explicó.