En un viaje a Japón, puede que lo eches en falta. Tus peripecias gastronómicas se consagrarán con sake, licores como el shochu o incluso con cerveza. Pero, en el país nipón, puede resultar algo más complicado encontrarse con una copa de vino.
Porque no, el vino no es una bebida tradicional en Japón: su mercado en el país no comenzó hasta 1972, y aún habrían de pasar más de dos décadas para que se produjese una expansión realmente notable. Sin embargo, en los últimos años, esta realidad está cambiando: cada vez es más el público que lo consume y que lo demanda, precisamente, en su expresión de mayor calidad.
Hoy os acercamos un pedacito de la cultura japonesa, esa que, como nosotros, ama el vino y, cada vez más, ama los vinos Rías Baixas.
Historia del vino en Japón
El vino fue introducido en Japón en el siglo XVI de la mano de los misioneros Jesuitas de Portugal. Sin embargo, en los siguientes siglos, los intentos de cultivar las vides fueron escasos y apenas queda rastro de actividad vitivinícola en aquella época.
Debemos dar un salto de cuatro siglos para asistir a un acercamiento real del país a este producto. A partir de la Segunda Guerra Mundial, los hábitos de consumo japoneses comenzaron a adoptar costumbres occidentales, y ello incluyó una tímida pero ya constante introducción del vino.
Como ya hemos señalado, fue 1972 el año en el que se dio el auténtico pistoletazo de salida al mercado de la mano del vino de mesa japonés. Esta primera fase es considerada como el primer boom del vino en Japón.
Ya en los años 90, se popularizaron los vinos de bajo coste, al tiempo que se introducían vinos procedentes de nuevos países como Chile, Argentina y Australia. También en esa década comienza el denominado “Boom del vino tinto”.
Superado el cambio de milenio, se popularizó el consumo de vino en una variedad de ocasiones, incluido como bebida para acompañar las comidas. De esta forma, en los últimos años la expansión ha continuado sobre todo en retail (canal que, se estima, representa más del 80% de las ventas), pero también en canal Horeca.
¿Cuál es el perfil del consumidor en Japón?
El perfil del consumidor de vino japonés se sitúa típicamente en el grupo de edad superior a 55 años. No obstante, esta situación está cambiando gracias a un nuevo grupo de consumidores jóvenes, quienes consumen menos alcohol, pero están más abiertos a nuevas tendencias y experiencias y disfrutan de una mayor variedad de vinos.
A estos dos grupos hay que sumarles un tercero, el cual está ganando mucho peso en el mercado: hablamos de mujeres de entre 40 y 60 años, quienes, además, ostentan el mayor poder de decisión de compra en el hogar.
En general, el consumidor japonés se preocupa especialmente por tres aspectos del vino: la calidad, el correcto maridaje y su incidencia en la salud del consumidor. Es a este último punto al que se debe la buena acogida que están teniendo en el país nipón los vinos bajos en sulfatos y los vinos ecológicos.
Producción local e importación del vino
Foto: Kosaka Seven Falls Winery
Todavía hoy, y a pesar del crecimiento que está experimentando el consumo de vino, su producción en Japón es escasa. Podemos encontrar pequeñas bodegas diseminadas por el territorio, principalmente en las perfecturas de Yamanashi, Hokkaido y Yamagata. Con todo, la mayor parte del espacio lo ocupan las grandes compañías cerveceras del país, principalmente Kirin, Suntory y Sapporo, quienes se han introducido en el mercado del vino lanzando sus propias marcas.
Es importante señalar que los vinos de producción 100% japonesa son muy minoritarios: casi la totalidad se produce a partir de vinos importados a granel o a partir de mosto de uva importado, el cual se somete posteriormente a fermentación.
A pesar de todo, el conocido como Nihon Wine, es decir, vino elaborado en Japón con materias primas con origen local demostrado, se ha hecho un hueco el mercado en los últimos años, ocupando aproximadamente un 13% del total de la producción nacional.
El mercado se sostiene, por lo tanto, en la importación, la cual representó en 2018 casi el 70% de la oferta total. Chile se sitúa como primer exportador de vino tranquilo a Japón, seguido de Francia, Italia y, en cuarto lugar, España.
El vino español y los Rías Baixas en Japón
En el país del Sol Naciente, los vinos españoles gozan de una muy buena acogida. Nuestra gastronomía y los grandes cocineros españoles con restaurantes en Tokio son sus principales embajadores.
Su popularidad también ha aumentado gracias a la proliferación a lo largo de todo el país de restaurantes españoles, así como a las múltiples acciones promocionales que se han impulsado desde nuestro país para fomentar su consumo en Japón. De esta forma, en 2018 España ocupó el cuarto puesto en volumen de vino exportado, logrando un 10% de la cuota de mercado.
¿Y qué hay de los vinos Rías Baixas? Japón ocupa el puesto número 14 en el ranking de exportaciones: hablamos, en total, de 101.492 litros de vino D.O. Rías Baixas exportados, con un crecimiento del 205% respecto a 2009.
A lo largo de los últimos años hemos realizado diversas acciones con el fin de visibilizar y aumentar el reconocimiento de nuestra Denominación de Origen en Japón, con una recepción excelente por parte tanto del público general como de los expertos enólogos japoneses. Hoy son más de 40 las bodegas con presencia en el país nipón y el futuro es, a pesar de las actuales circunstancias, muy promotedor.
Por último, nos llena de orgullo ver que allí y aquí, entre todos los vinos, el Albariño Rías Baixas es uno de los favoritos en restaurantes especializados para maridar platos como el sushi, el sashimi o el tataki: su frescor, su grado de acidez y su punto afrutado potencian el sabor y la textura de los pescados crudos o poco cocinados, especialmente en el caso de pescados grasos como el atún y el salmón.
Porque, recuerda: Albariño Rías Baixas gusta allí, gusta aquí.
Fuente: ICEX España Exportación e Inversiones: “El mercado del vino tranquilo en Japón” (2019). Disponible en: www.icex.es.
