Se acerca la Navidad y, con ella, el momento de reunir a la familia alrededor de la mesa para disfrutar de su compañía y degustar todo tipo de manjares. Aunque este año no cabe duda de que serán unas fiestas totalmente distintas debido al Covid-19, teniendo en cuenta las medidas preventivas y la normativa, no tenemos por qué dejar que las Navidades pierdan su alma y su espíritu.
Una perfecta unión entre vino y comida harán de nuestras fiestas una experiencia de lo más placentera, por lo que será fundamental la correcta elección de los vinos que acompañarán a nuestros platos para sorprender a todos los paladares.
Para acertar con el arte del maridaje existe una regla de oro que jamás debe olvidarse: el sabor del vino no debe sobrepasar ni ocultar al de la comida, sino complementarlo. Es por esto que en este post, queremos ofreceros opciones de maridajes para combinar diferentes Rías Baixas de cara a la Navidad.
Las comidas navideñas suelen empezar con los aperitivos, multitud de pequeños platos con los más variados ingredientes. Un Rías Baixas espumoso es siempre una buena elección para combinar con los entrantes, es por esto que para iniciar la comida nos decantaremos por un rosado de calidad, ligero y fresco, ya que resulta sumamente versátil y puede maridar con infinidad de platos.
El pescado blanco y el marisco suelen visitar muchas mesas en estas fiestas y cabe destacar que se sienten especialmente cómodos en compañía de un vino blanco fresco y vertical. Una apuesta segura para acompañar al pescado y al marisco es el marcado carácter atlántico de los diferentes albariños Rías Baixas, puesto que este vino funcionará de maravilla con dichos manjares.
En concreto, para maridar vinos y mariscos por lo general nos decantaremos por la elección de vinos blancos secos. Un buen albariño Rías Baixas, además del carácter de la uva, aportará al maridaje un punto mineral y atlántico, que casará muy bien con el marisco.
Con gambas, navajas, vieiras, langostinos, nécoras, centollos, ostras, mejillones o cigalas o con pescados como el rodaballo, el atún, la merluza, el bacalao o el salmón, los aromas frutales del albariño suavizarán los toques salados de estos platos, mientras que su elegante frescura nos trasladará al océano con sus recuerdos marinos.
Llegado el turno de la carne, el mismo vino blanco con crianza puede funcionar también si optamos por aves como el pavo, pues su carne no es demasiado intensa en aroma y su bajo contenido en grasa no permite combinarla con la sensación secante de un vino tinto enérgico.
En cambio, si optamos por jamón al horno o ganso, una alternativa ligeramente más dulce puede ser el maridaje de Navidad perfecto, una opción que también casa de maravilla con el pato si en su salsa asoma la fruta blanca o los cítricos.
No cabe duda de que la elección de un Rías Baixas siempre es una buena opción a tener presente en cualquier celebración. Asimismo, parece imposible no imaginar un plato de carne roja acompañada de un buen tinto y no debemos olvidar que nuestra Denominación de Origen también cuenta con una considerable variedad de vinos tintos.
El cordero no admite discusión, su afinidad natural con los vinos con crianza es siempre un acierto, en cambio, carnes como la ternera o el buey, agradecen ir acompañados de un caldo que tenga entre sus características algo más de corpulencia y tanicidad.
Si hay algo que caracteriza a las mesas de Navidad es la abundancia de postres. Desde los típicos turrones de almendra, yema o chocolate, hasta los polvorones, pasando por los frutos secos o las tradicionales frutas deshidratadas, sin olvidarnos, por supuesto, del famoso roscón de Reyes.
En el caso de los turrones, regresaremos a los Rías Baixas espumosos con crianza, los cuales nos ayudarán a refrescar y limpiar el paladar. Mientras que la mejor alternativa para degustar los mantecados, polvorones o panettone, sin duda será escoger un vino dulce que nos dará el punto justo de dulzor para acompañar al postre sin ahogar la sobremesa.
¿Y qué te parecería acompañar el tradicional roscón relleno de nata con un tinto? Un maridaje sorprendente, gracias al equilibrio y la acidez de esta variedad de Rías Baixas que contrasta con las mantequillas, azúcares y grasas de la nata, para darnos un bocado todavía más sabroso.
En definitiva, el mejor maridaje para cualquier comida o cena navideña es la compañía, pero a la hora de llenar de aromas la mesa esta Navidad, nuestros vinos serán una apuesta segura para sumergir a tus seres queridos en una experiencia inolvidable.