Para conocer un poco más sobre su historia y desarrollo, el doctor Pedro Mansilla Vázquez, de la Estación Fitopatolóxica Areeiro, indica algunas claves sobre cuáles son las enfermedades de la madera de la vid más frecuentes en la Denominación de Origen Rías Baixas, así como medidas de carácter preventivo que se deben tomar.
Estas mismas cuestiones fueron tratadas en una jornada técnica recientemente celebrada en Cambados. Sobre su origen, Mansilla indica que “las enfermedades de la madera han existido siempre en nuestros viñedos. Con el paso del tiempo, la ciencia ha permitido ahondar en el conocimiento de las patologías fúngicas, lo que ha llevado al desarrollo de las fundamentales tareas de identificación y prevención. Desde la Estación Fitopatolóxica Areeiro se centran en el estudio de las enfermedades de la madera con el fin de poder ayudar a los viticultores.
Los hongos son los principales responsables de las enfermedades de la madera de la vid.
Sus efectos se ven reflejados en una progresiva degradación de la madera, en la que “intervienen un buen número de patógenos”, y que, a grandes rasgos, se manifiestan en diferentes tipos de síntomas en el leño entre los cuales están necrosis de consistencia blanda o dura, punteaduras, decoloraciones rosadas, etc.
Mansilla destaca que existen agentes fúngicos que atacan preferiblemente a las plantas jóvenes y otros que se encuentran con mayor frecuencia en plantas adultas, aunque algunos patógenos aislados en planta joven también se detectan en planta adulta.
Considerando esta cuestión, se puede hablar de:
a) Hongos más frecuentes en plantas jóvenes. En este caso, cabe distinguir las siguientes patologías fúngicas:
b) Hongos en plantas adultas. Entre las patologías fúngicas destacan las siguientes:
Pedro Mansilla explica que “una vez afectada la madera es muy difícil su tratamiento”. Es por ello que las tareas preventivas resultan fundamentales a la hora de evitar la propagación de las patologías fúngicas. Concretamente destaca entre estas medidas las siguientes:
Sólo a través del control exhaustivo de las vides y de las tareas de prevención se podrá detectar a tiempo la posible aparición de estas patologías fúngicas, a cuyo estudio se dedican cada vez más esfuerzos.
De hecho, en la Estación Fitopatolóxica Areeiro continúan trabajando en este campo en el que, de acuerdo con Pedro Mansilla, todavía queda mucho por profundizar.