Las primeras referencias bibliográficas en las que aparece Pazo Baión datan del S. XV, fecha en la que pertenecía a la familia de los Sarmiento.
Años después, dicha propiedad pasó por diferentes familias nobles gallegas tales como los Mariños, los Camba, los Soutomaior o los Valladares. Una huella histórica que ha quedado reflejada en los cuatro escudos del Pazo.
La siguiente referencia que se encuentra de esta edificación data de principios del siglo XX, cuando fue comprada por un adinerado emigrante, retornado de Argentina, D. Adolfo Fojo.
Precisamente, éste fue quien llevó a cabo la mayor reforma del antiguo Pazo, dándole la estructura arquitectónica que en la actualidad posee: sus dos torres de corte victoriano.
También fue el responsable de construir la vaquería y la bodega.
Los últimos herederos de D. Adolfo vendieron la propiedad en los años 70 a una sociedad empresarial, que fue la responsable de realizar la primera plantación técnica de cepas de albariño.
Ya en ese momento, este viñedo se convirtió en un referente para los profesionales del sector vitivinícola de esta denominación. Tras pertenecer a diferentes propietarios, el 16 de julio de 2008 es cuando Adega Condes de Albarei adquiere Pazo Baión.
La ilusión y el esfuerzo de esta empresa hacen que esta joya del patrimonio artístico y cultural reviva, de nuevo, su época más dorada.
Con el objetivo de transformarla en lo que hoy es: una esplendorosa bodega. El insigne arquitecto gallego, César Portela, se encargó de dicha reforma entre el 2008 y el 2011.
Desde el principio de su trabajo, este profesional, Premio Nacional de la Arquitectura, conservó todos los valores existentes de tipo histórico, ambiental, botánico, paisajístico y, sobre todo productivo.
Como no podía ser de otra manera y para mantener el espíritu de rehabilitación, se mantuvieron aquellos valores existentes en otros tiempos, hoy desaparecidos o dañados, y se introdujeron nuevos valores.
En la actualidad, Pazo Baión acoge en sus 30 hectáreas cuatro edificios emblemáticos: El Pazo del S.XV que se erige en el centro de la propiedad, y tras cuyas sus puertas se atesoran historias de nobleza, emigración, plasmadas en cada rincón y detalle del edificio fruto de la huella de sus habitantes pasados. El palomar, hoy recuperado como una singular sala de catas.
En él se ha mantenido la estructura del mismo con sus nidos –en torno a mil- y su comedero en el centro. Se ha añadido un banco y demás elementos, los cuales lo han convertido en quizá la sala de degustación más especial. La antigua vaquería, de principios del S.XX, se ha rehabilitado como centro de visitas y eventos.
En este edificio se ha respetado la construcción existente con sus grandes columnas y sus llamativas estructuras.
A ella se han incorporado elementos minimalistas que encajan a la perfección con la esencia del lugar y, la antigua bodega del siglo XX sumergida entre viñedos. Pazo Baión ofrece espacios naturales únicos en donde el paisaje bañado por viñedos y camelias nos proporciona esa desconexión y paz tan difícil de alcanzar hoy en nuestra rutina diaria.
Para ello, César Portela ha proyectado maravillosos jardines y paseos, que se entrelazan por toda la finca.
Miradores perfectos para tomarse una copa de un albariño Rías Baixas Pazo Baión e impresionantes paisajes que incorporan estanques y patios interiores.
La gran belleza paisajística y arquitectónica, ha permitido a Pazo Baión convertirse en uno de los referentes del enoturismo gallego, pues fue considerado como el Mejor Rincón y Espacio Enoturístico de España, galardón concedido por el jurado profesional en los III Premios Rutas del Vino de España.