Montserrat Valije, sumiller AGASU, estuvo al frente del asesoramiento de la tercera edición del Túnel del Vino de Rías Baixas, celebrado entre el 1 y 4 de agosto en Cambados. Una edición que supone la consolidación de esta iniciativa, pues por ella pasaron 300 personas. Se trata de una iniciativa más profesional, en la que participaron 114 marcas de 60 bodegas de la D.O. Rías Baixas.
– ¿Qué es lo que más llama la atención a los participantes del Túnel del Vino? – Les llama la atención lo novedoso, si hay nuevas marcas, elaboraciones… Pero también es muy llamativo el merchandising (la botella, el etiquetado… incluso el corcho). La imagen es muy importante de entrada.
– Cuando un participante te pide asesoramiento, ¿qué le aconsejas? – Bueno yo creo que es fundamental que caten vinos de las diferentes subzonas de la D.O. Rías Baixas, o sea, del Val do Salnés, de Ribeira do Ulla, de O Condado do Tea, de O Rosal, y de Soutomaior. Luego que vayan de más a menos –me explico- que empiecen por Rías Baixas Albariño, también por vinos del Rosal, del Condado para ir a más con diferentes elaboraciones como selecciones de añadas, vinos en barrica… hasta terminar con algún Rías Baixas espumoso. No recomiendo mezclar los Rías Baixas tintos y blancos, sino separarlos en dos catas, en otro momento.
– ¿Qué le parece la iniciativa del Túnel del Vino? – Es una idea fantástica, porque es una oportunidad única de catar una importante cantidad de marcas de Rías Baixas, sobre todo pensando en profesionales y aficionados al vino. El túnel es lo que debería ser una cata de Rías Baixas. A ello hay que sumarle que está muy bien organizado y que el lugar es perfecto para catar, porque tiene mucha luz, no hay olores… Con semejante logística, a los amantes del vino no les importa pagar por acudir a un espacio como el Túnel del Vino de Rías Baixas.
– ¿Qué tipo de gente pasó por el túnel? – De todo tipo, desde profesionales de bodegas, enólogos, sumilleres, amantes del vino hasta gente que viene para tener una experiencia con el vino, aunque estos son los menos. Es muy curioso, porque a veces no se conocen pero, como son catas largas, luego entre ellos interactúan y comentan sobre los vinos.
– ¿Se apoyan mucho los participantes en el asesoramiento del sumiller? – Hay un poco de todo, hay gente que nunca cató, muy pocos, y a los que tienes que hacerles una cata básica: visual, olfativa y gustativa. Muchos ya tienen conocimientos y no necesitan ayuda, prefieren estar solos. Hay participantes que fraccionan la visita, porque son 114 vinos, o sea, una cata con mucho contenido y; como existe la posibilidad de con una misma entrada venir por la mañana y la tarde aprovechan esta oportunidad.
– ¿Qué opinas de los vinos de Rías Baixas? – Son unos vinos peculiares, que gustan al consumidor y que se diferencian de otros vinos blancos.