Las comidas y cenas navideñas están a la vuelta de la esquina y, aunque sepas que el vino espumoso puede ser perfectamente consumido en cualquier época del año y convertirse en el maridaje perfecto de una infinidad de platos, la Navidad es la época favorita de los españoles para consumirlo.
En España el consumo de vinos espumosos ha aumentado exponencialmente en los últimos años, situándose en la actualidad en torno a los 28 millones de litros. Es hora de llenar tu nevera con algunos de los mejores espumosos del mercado, como los vinos espumosos de la Denominación de Origen Rías Baixas, pero… ¿Estás seguro de que sabes todo sobre ellos? ¿Tienes claro cómo se abren? ¿Cómo se sirven? No te preocupes, sigue leyendo y despeja tus dudas sobre estas y otras cuestiones en este post. ¡Y que viva el Espumoso Rías Baixas!
Si hasta ahora cogías una botella de vino a temperatura ambiente y la abrías directamente, lo estabas haciendo mal. Cada vino tiene unas características específicas para mantenerlo y servirlo. En este caso, debes meter el vino en la nevera unas 2-3 horas antes de la comida o cena para que alcance su temperatura ideal y, más tarde, no tengamos ningún problema a la hora de descorcharlo.
Para servir un Espumoso Rías Baixas es importante que este se mantenga a su temperatura ideal. Los vinos espumosos son unos de los tipos de vinos que más fríos se sirven. En su etiquetado podrás encontrar la información que cada bodega de la D.O. Rías Baixas te recomienda para servir el vino, pero, aproximadamente, es una temperatura en torno a los 6-10°C. Por ello, es recomendable utilizar una cubierta o champanera con agua y hielo en la que introducir el vino mientras está en la mesa durante cualquier comida o cena. Así no se alterarán las cualidades del vino y nos aseguraremos de que la temperatura de servicio sea óptima. Y recuerda: no la agites.
Sacar el precinto de seguridad es muy sencillo. Tan solo debes tirar suavemente y sacar la cápsula poco a poco con la mano. Si lo haces bien, comprobarás que se desprende fácilmente. Existen otras maneras de quitar la cápsula, como ayudándote de unas tenazas de sumiller o un cuchillo, pero con la mano puedes retirarla perfectamente.
Cuando quitas el morrión (jaula de alambre que envuelve el corcho) es importante agarrar la botella por el cuello mientras mantienes el pulgar sobre el corcho, ya que podría darse el caso de que la fuerza propiciada por el gas carbónico contenido en el interior de la botella hiciese salir el tapón con solo retirar el morrión. Encontrarás una pequeña zona saliente que debes desenroscar para aflojar. Generalmente, el morrión está sujeto a la botella con 3 vueltas, por lo que la manera más habitual de desenroscarlo es dando 6 medias vueltas a la zona saliente con giros de muñeca.
Es habitual que una vez se desenrosque el morrión se retire, al igual que la cápsula, pero… ¡Grave error! Mantener el dedo pulgar ejerciendo presión es la garantía de que el tapón no saltará por los aires. Así que, por motivos de seguridad, mantén el pulgar siempre, y es que pudiera darse el caso de que el corcho, con la fuerza propiciada por el gas carbónico, saliera despedido por los aires.
Mientras con una mano sujetas el corcho, con la otra debes agarrar la botella por abajo y comenzar a girarla desde la base. Recuerda: haz girar la botella algo inclinada, sin tirar del corcho. Al sujetar la botella de esta forma, obtendremos un mejor agarre y la tarea será más sencilla. No ejerzas fuerza en la zona superior, en el corcho, no es ni práctico ni recomendable. De esta manera reducirás el riesgo de romper el corcho y controlarás al 100% su extracción.
A medida que movemos la botella, el corcho comenzará a desprenderse y comenzaremos a notar la fuerza del gas carbónico en el interior. Debemos seguir hasta que hayamos conseguido sacar el corcho de todo. En el momento que notes que el corcho comienza a deslizarse por el cuello de la botella y comienza a salir, puedes ayudarte del resto de dedos para sujetarlo mejor. Además, al hacerlo de esta forma, la salida del gas carbónico emitirá un sonido más suave, casi inaudible.
Sin duda, ¡esta es la mejor parte! Sirve tu vino Espumoso D.O. Rías Baixas y nota cómo las burbujas comienzan a recorrer la copa de abajo hasta arriba. Existe una forma específica para servir el vino espumoso. Lo más importante es no tocar la copa y hacerlo desde alto, para que el espumoso exhiba todo su esplendor mientras lo sirves. De hecho, el servicio se realiza, generalmente, en 2 tiempos:
Si eres un auténtico winelover, ya lo sabrás, pero a diferencia de otros vinos, como los blancos de Rías Baixas, no debes agitar una copa llena de espumoso para airearlo, ya que estarías destruyendo muchas de las burbujas, sin duda el punto más característico y especial de este tipo de vino. Sin embargo, sí existe una fase olfativa mucho más fácil de realizar, ya que las burbujas arrastran todos los aromas presentes en el vino hasta la nariz, permitiendo percibir una amplia gama de fragancias, sin la necesidad de agitar el vino. El aroma a levaduras y masa de pan son algunos de los más comunes. Esto se debe a que la fermentación ha sido realizada en el interior de la botella.
Rápidamente, tras el servicio, vuelve a introducir la botella en la cubitera con hielo. Así te asegurarás de que tu vino Espumoso Rías Baixas no pierde su temperatura óptima.
Hablar de un Rías Baixas Espumoso es hablar de un vino elaborado en cualquiera de las 5 subzonas de la D.O. Rías Baixas a partir de cualquiera de las variedades, blancas o tintas, reconocidas en el Pliego de Condiciones de la Denominación de Origen Rías Baixas.
Los Rías Baixas Espumosos se elaboran por el método tradicional champenoise. Este proceso, originado en el norte de Francia a principios del siglo XVIII, es el responsable de la aparición de las burbujas de forma natural, en el que tanto la fermentación como la crianza se producen en el interior de la botella. Así, el gas carbónico tan característico de los vinos espumosos, aparece durante la segunda fermentación, la que tiene lugar en botella.
Las burbujas de los espumosos de Rías Baixas se caracterizan por ser muy pequeñas y son las responsables de otorgarles unas características organolépticas muy singulares. Son vinos elegantes, refrescantes y complejos, con fondo de pan tostado y flores blancas, cremosos en boca, con notas cítricas, minerales y muy cremosas. Unos vinos creados para disfrutar con los cinco sentidos.
La respuesta es clara: utiliza copas tipo flauta. Estas copas se caracterizan por ser alargadas, estrechas y muy estilizadas, al igual que sus tallos, largos y finos.
Este tipo de copa es perfecta para los Rías Baixas Espumosos porque, al tratarse de vinos que deben servirse muy fríos, evitan que la temperatura del vino aumente. El grosor del cristal del cáliz de estas copas también ayuda. Por lo general, están fabricadas empleando un cristal más grueso que el de las copas para servir otro tipo de vinos, reteniendo la frescura del vino espumoso el máximo tiempo posible. De hecho, este grosor permite observar mejor la formación y ascensión de las burbujas del vino hasta la superficie, potenciando el sabor y aromas del vino.
Por costumbre, podemos pensar que sí, pero en realidad no es así. Si le preguntas a un sumiller, te dirá que podría llegar a resultar ofensivo descorchar un espumoso como suele hacerse, lanzando el corcho por los aires y con un gran estruendo.
No debe hacerse ruido al descorchar un vino espumoso porque el gas carbónico que se encuentra en el interior de la botella ha sido introducido en ella por un motivo específico. Por lo tanto, el gas debe desperdiciarse lo más mínimo posible para que las cualidades del espumoso perduren en el tiempo lo máximo posible. Y es que… ¿Sabías que para elaborar un vino espumoso se necesitan al menos 9 meses? ¡Así que no dudes en comenzar a descorchar los espumosos como un auténtico sumiller!
Debes tener en cuenta que, cuanto más tiempo esté abierta la botella de espumoso, antes desaparecerán las burbujas que le proporcionan ese sabor y aromas que lo hacen único.
Existen muchas opciones (y muchos mitos también) sobre cómo cerrar una botella de vino espumoso abierta. Y, pese a que existen muchas formas de hacerlo, comprar un tapón especial para vinos con cierre al vacío y conservarlo en posición vertical en la nevera es una de las mejores. Así, los Rías Baixas Espumosos se mantendrán frescos y efervescentes durante 1-3 días, momento a partir del cual perderán esas cualidades que los hacen tan especiales.
La mejor manera de terminar este post es recordarte, para evitar males mayores, no apuntar con el corcho a nadie mientras abres una botella de vino espumoso D.O. Rías Baixas. ¡Mejor hacer un poco más de ruido que lamentar males mayores! Y a brindar con tus amigos, pareja o familiares. ¡Salud!