Este viaje es una cita ineludible en el primer curso de cada promoción del Grado en Gastronomía y Artes Culinarias, cuyos alumnos aprovechan para conocer a fondo la vitivinicultura de Rías Baixas y la gastronomía de la zona. Durante varias jornadas, y acompañados por seis profesores del propio Basque Culinary Center y personal del Consejo Regulador, recorrieron bodegas de las subzonas de O Rosal, Val do Salnés y Condado do Tea.
En las distintas visitas, tuvieron ocasión de conocer las características de la uva albariño y su cultivo y de catar diferentes tipologías de vinos de Rías Baixas, siguiendo las indicaciones de enólogos y bodegueros.
La principal conclusión que obtienen tras el viaje es la enorme versatilidad de los vinos de Rías Baixas. Siendo estudiantes de muy diferentes procedencias, tanto de varios puntos de España como de diversos países del mundo, todos concuerdan en que la personalidad y la riqueza de matices de los vinos de la denominación conjugan muy bien con todo tipo de gastronomías.
Constanza, una alumna italiana, manifiesta que el Albariño Rías Baixas “es un vino muy floral, con carácter, cuerpo y personalidad para tomarlo solo en copa, no necesariamente maridado”.
El viaje le ha servido para “comprender un poco más” los vinos de Rías Baixas. Le ha interesado especialmente el trabajo que desarrollan las bodegas de la denominación: “nos han explicado toda la parte de biología, los cultivos, los tratamientos del suelo y la elaboración del vino, y me ha gustado mucho”, afirma.
Eduardo, de Ecuador, se muestra sorprendido por la diversidad existente dentro de la propia denominación: “hay muchas bodegas que producen su propio vino, pero además hemos observado muchos microclimas, que la uva cambia mucho incluso de parcela en parcela”.
Este alumno ya conocía previamente el albariño Rías Baixas y cree que marida muy bien con la gastronomía de su país: “para un ceviche es ideal, queda excelente con un Albariño Rías Baixas, acompaña muy bien”, explica.
Para Iago, estudiante coruñés del Basque Culinary Center, la visita ha tenido la utilidad de descubrir “un mundo tan inmenso de vino en un país como Galicia”.
Aprecia que el suelo y el clima de Rías Baixas permiten obtener vinos “que se pueden extender por todo el mundo, por lo que debemos valorar mejor todo lo que tenemos, con materia prima y productos muy buenos, e incluso el paisaje”, comenta.
Por su parte, Sara, una alumna vasca, admite que “hasta que vienes al sitio donde se hace, no te haces una idea de lo que significa un vino, el trabajo que conlleva o el mimo que ponen en su elaboración”. Son conocimientos que empleará en su futuro profesional: “cuando vas a utilizar un producto en tu cocina, no es lo mismo utilizarlo sin saber de dónde viene que conociéndolo, puesto que puedes entender cuál es su filosofía y la puedes trasladar a tu cocina”.
Esta estudiante valora también la riqueza de matices del Albariño Rías Baixas y considera que “hay que salir del maridaje tradicional, apartarnos de la idea de que es un vino para A o para B, porque puede maridar con todo tipo de propuestas y hay mucho que explorar con él”.
En definitiva, un viaje de lo más enriquecedora, que culminó con un showcooking en la bodega Lagar de Pintos en la que los alumnos y alumnas del Basque Culinary Center tuvieron la oportunidad de trabajar con productos agroalimentarios gallegos con sello de calidad.
Además, conocieron de primera mano las principales características de los Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia y su versatilidad en la coctelería.
Una experiencia que, sin duda, jamás olvidarán.