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12 de febrero

La experiencia de Rosa María González en la D.O Rías Baixas

En estos tiempos de férrea competencia en el mundo del vino, una importantísima estrategia de la competitividad es el desarrollo de productos innovadores que apuesten por la herencia y esencia de una región, a la par que posicionan a los productores como pioneros en su sector. Es precisamente lo que ha hecho la DO Rías Baixas, dando un paso adelante para amparar dentro de reglamento una categoría de vinos espumosos, a partir de una cepa preferida por los paladares internacionales, la albariño, y que halla en esta zona de Galicia zona su epicentro de calidad. De este modo, los espumosos amparados por la DO Rías Baixas representan un valor añadido con burbujas, que ya percibimos pronto harán también descollar la efervescencia del vino gallego.

Tener la oportunidad de también ser pionera en la degustación colectiva de espumosos de la denominación ha sido una experiencia única, en la que pude constatar el interés de las bodegas de Rías Baixas por sacar partido de todo el potencial de una cepa tan magnífica como la albariño y su potencial gastronómico, un esfuerzo que apenas se estrena, pero que da visos de ir por buen rumbo, a juzgar por la calidad de muchas de las etiquetas que degustamos.

Estoy segura que menos tiempo del contemplado, veremos más bodegas interesarse por la elaboración de espumosos, y que muchos nuevos mercados, tanto en España como en el exterior, quedarán cautivados por la chispa del albariño de Rías Baixas.