El agua es un elemento esencial para el desarrollo de la vida. Ninguno de nosotros podría estar hoy aquí sin la presencia de ese elemento, indispensable para la humanidad. En la Denominación de Origen Rías Baixas conocemos bien la imprescindibilidad del agua y para nosotros es vital. ¿Sabes por qué? Porque sin agua no podríamos elaborar vinos D.O. Rías Baixas.
Si bien las viñas necesitan agua para producir uvas, unas cantidades excesivas de lluvia también pueden producir efectos adversos en el viñedo. Si quieres conocer más acerca de la importancia del agua en el desarrollo de la vid, quédate a leer este post. ¡Te contamos los aspectos más importantes! Para que cuando termines de leerlo te hayas convertido en todo un experto de la vitivinicultura.
Para que se produzca un correcto desarrollo de la vid es necesario que la planta cuente con el aporte hídrico necesario. De hecho, pese a que la vid es una planta que se adapta muy bien a diferentes tipos de suelo, dotando a la uva y los vinos resultantes de diferentes matices, existen épocas en las que la planta necesita un mínimo aporte de agua para nutrirse, como en los meses de verano.
La vid es una planta dotada de una gran resistencia, siendo capaz de sobrevivir en periodos de sequía. En concreto, es capaz de vivir y producir uvas durante un ciclo vegetativo con un aporte hídrico de 300 mm. No obstante, esta cantidad no es la ideal a la hora de producir uvas que se empleen en la elaboración de vino.
La etapa en la que más agua necesita la vid es aquella que va desde la brotación (alrededor de marzo, con el inicio de la primavera) hasta el envero y maduración (en torno a agosto).
Las viñas pueden absorber agua de 2 maneras diferentes:
Además, el agua absorbida puede proceder de 3 fuentes distintas:
Sin embargo, no todas las plantas necesitan el mismo aporte hídrico. Existen diversos factores que influyen en la cantidad de agua necesaria para que se desarrolle con normalidad el ciclo vegetativo de la vid:
Como hemos visto, la cantidad de agua que necesita una vid no es exacta, pero hay que tener algo claro: los extremos son malos. Por consiguiente, las situaciones de estrés hídrico y de exceso de agua pueden desencadenar en fatales resultados tanto para la cantidad de uvas obtenidas como para la calidad de las mismas.
Situación producida cuando la vid no recibe el aporte de agua necesario para su completo desarrollo.
Este estado puede afectar a la planta a lo largo de todo el ciclo vegetativo de la vid con efectos nefastos de cara a la vendimia, por lo que sería necesario recurrir al riego. Pese a que en la D.O. Rías Baixas gozamos de un clima con abundantes lluvias que nutren la planta, el cambio climático está provocando sequías que afectan a los viñedos en muchas partes del mundo.
Estos son algunos de los ejemplos negativos del impacto que la falta de agua puede tener sobre la vid:
Es el caso contrario al estrés hídrico, es decir, cuando la vid recibe una cantidad excesiva de agua. Estas son las principales consecuencias:
Por lo tanto, ¿cuál es la situación ideal? Sin duda, aquella en la que exista un equilibrio y la planta consiga un aporte hídrico suficiente, pero nunca en exceso.
Ahora ya sabes un poco más acerca de la importancia del agua en el desarrollo de la vid. ¿Conocías todos los aspectos positivos y negativos que se pueden producir? Es en días como hoy, Día Mundial del Agua, en el que todos debemos tomar conciencia del cuidado y uso racional del agua, un bien escaso tan valioso para la vida y nuestras viñas. Por eso los trabajos de cuidado del viñedo son tan importantes, para asegurar que se consiguen uvas de máxima calidad, fundamentales para elaborar unos vinos excelentes para los consumidores, como son los vinos D.O. Rías Baixas.