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20 de julio

Lagar de Cervera, tradición y modernidad se dan la mano

Con más de un cuarto de siglo de vida, esta bodega de la D.O. Rías Baixas, cuenta con las últimas tecnologías para la elaboración de unos vinos que se encuentran entre los 100 mejores del mundo. Sus renovadas instalaciones, inauguradas en 2013, proporcionan una experiencia enoturística única

Excelencia en los productos y respecto a la tradición en combinación con las últimas tecnologías. Estos tres elementos conforman la filosofía de Lagar de Cervera, una bodega ubicada en la subzona de O Rosal y perteneciente al Grupo La Rioja Alta, S.A., que desde sus inicios, hace ya más de 25 años, mostró su interés por elaborar vinos blancos de la más alta calidad. Los inicios de esta aventura vitivinícola se remontan al año 1982, cuando un grupo de bodegueros de la zona de O Rosal, de la mano de Santiago Ruiz, decidió crear una bodega que pasaría a llamarse Fernández Cervera Hermanos. Un lustro después, La Rioja Alta, S.A. se hizo con las riendas del negocio (pero manteniendo la ilusión original de la familia que la creó) para convertirlo en todo un referente en los vinos de la Denominación de Origen Rías Baixas.

En su búsqueda por nuevos caminos enológicos, se llevaron a cabo una serie de acciones que marcaron un antes y un después en la historia de esta bodega. Según explica el enólogo de Lagar de Cervera, Ángel Suárez, una de las primeras iniciativas desarrolladas, a finales de los años 80, comprendió el “cambio en los depósitos. En aquella época fue una revolución, porque pasamos de utilizar los barriles a tener depósitos de acero inoxidable, máquinas… Lo que era más moderno en ese momento”. Fue a partir de ahí cuando inició la “profesionalización” de la bodega, “pasando de un cultivo de fin de semana que ayudaba a la subsistencia familiar” a un proyecto empresarial enológico. Con el fin de asegurar la calidad de la materia prima, en el año 1990 se inició un nuevo plan cuyo principal fin era “conformar el mayor viñedo de uva Albariño de Rías Baixas”. Comenzaron con una plantación de 5 hectáreas y, con el paso de tiempo, el progresivo incremento de tierras llegó hasta las 77 con las que cuentan en la actualidad. Dentro de la Finca Viña Cervera de O Rosal se ubican las parcelas más antiguas, contando con más de 25 años de edad media y que gozan de un microclima excepcional.

“Nuestros viñedos se encuentran en una situación privilegiada, lo que aporta una muy buena materia prima. Esta calidad viene dada “por las características de una subzona que es límite de cultivo, que aportan un mejor carácter, si bien también resulta más complicado cuidar las viñas”, explica el enólogo de esta bodega. Para ello, utilizan el método de “riego por goteo” a través del cual se aplican “diferentes dosis de agua y abono” a las viñas con el fin de que lleguen a la vendimia en estado óptimo. A esta excelente uva añadieron “las mejoras tecnológicas”, con la incorporación, entre otros recursos de producción, de “prensas con ambiente de nitrógeno o un renovado embotellado”. El resultado es la elaboración de “unos vinos más frescos y afrutados” que reflejan el terruño y el clima atlántico típico de la subzona de O Rosal. También elaboran en esta bodega la línea Viña Armenteira, con orujo y aguardiente de hierbas. Los primeros frutos de esa cuidada elaboración se vieron compensados cuando en 2004 la prestigiosa revista norteamericana Wine Spectator eligió al albariño Rías Baixas Lagar de Cervera como uno de los 100 Mejores Vinos del Mundo. A este reconocimiento se suman otros numerosos premios a lo largo de la historia de esta bodega tanto de carácter nacional como internacional.

Proyectos I+D+i

En su afán por mejorar el cuidado de las viñas y por la incorporación de los últimos avances, Lagar da Cervera desarrolla, en colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela (USC), una serie de estudios centrados en la fertirrigación. De este modo, se investiga “el abonado de la planta para determinar las necesidades de la uva Albariño”. Asimismo, esta bodega está también incluida en el “programa de control de viñedo” de Galicia. Se trata de un proyecto que busca conocer más a fondo, prevenir y tratar “algunas enfermedades” que se pueden dar en los viñedos, por lo que “hay que estar muy atentos” para aplicarle “los tratamientos adecuados y cuidar las viñas con esmero”.

La apuesta enoturística

Otro de los hitos en la historia de Lagar de Cervera vino con la puesta en marcha del proyecto y construcción de la nueva bodega. Se inició en el año 2011 y supuso una inversión de 2,8 millones de euros. El principal objetivo era “mejorar la calidad en las diversas fases de elaboración de nuestro vino y reforzar estéticamente nuestra casa gallega”, indican desde la empresa.

La apertura de las nuevas instalaciones, el pasado año 2013, coincidió con la celebración del 25 aniversario de la puesta en marcha de este proyecto bodeguero. “El proyecto de enoturismo está enfocado a dar un valor añadido a las visitas a nuestra bodega. Queremos que el posible cliente, al que le gusta ver bodegas, pueda conocer de cerca el alma de un buen vino, de calidad y distinción”, concreta Ángel Suárez. Ya no se trata solo de recorrer las instalaciones de las bodegas, sino de ofrecer una experiencia enoturística diferente. Para ello, Lagar de Cervera cuenta con unos hermosos jardines por los que pasear y contemplar el curso del río Tamuxe, además de salones de cata, donde se completa la visita guiada. Una visita mágica que se complementa con la vista del antiguo lagar de esta bodega. Eso sí, para solicitar la participación en estas actividades –que se desarrollan durante todo el año- se debe pedir cita previa. Las visitas, con un coste de 5 € y que incluyen la cata comentada, se pueden realizar de septiembre a junio en horario de 09.00 a 13.00 y de 15.00 a 17.00 horas, y en julio y agosto, de 09.00 a 14.00 horas. Como complemento a la cata del vino Lagar de Cervera y de los orujos Viña Armenteira, esta bodega también dispone de un comedor privado con capacidad para hasta 20 comensales, donde de lunes a viernes (también con cita previa) se pueden degustar exquisitos platos. Disponen de una amplia y variada carta con propuestas que van desde la comida tradicional gallega hasta la más innovadora. Sea cual sea la elección, el menú siempre maridará a la perfección con los productos elaborados en esta bodega. Con esta apuesta enoturística, desde Lagar de Cervera quieren “luchar por completar el turismo de playa y de gastronomía” existente en la zona. Se trata de “un complemento” a las estancias estivales, aunque también se está intentando “desestacionalizar” este tipo de visitas. Aunque el objetivo resulta complicado, Ángel Suárez se muestra convencido de que se puede convertir en realidad “si todos estamos implicados y trabajamos conjuntamente”. Seguir trabajando en la promoción del enoturismo es uno de los proyectos de futuro de Lagar de Cervera. Paralelamente, se prevé “terminar la compra de finca para llegar hasta las 93 hectáreas”, además de abrirse a la exportación de sus vinos y aguardientes. Un nuevo reto que volverá a marcar un antes y un después en esta bodega de la subzona de O Rosal.