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10 de julio

El proceso de fecundación y fructificación de la vid: Descubre cómo nace el vino

En el mundo del vino todo comienza en los viñedos, y eso mismo ocurre en la Denominación de Origen Rías Baixas. Detrás de cada copa de vino hay un proceso fascinante y, una de las etapas de ese proceso, la que tiene lugar entre finales de junio y principios de julio, es conocida como fecundación y fructificación de la vid.

El proceso de fecundación y fructificación de la vid es solo el comienzo de un viaje apasionante que culmina en la copa del consumidor. Descubre cómo el trabajo de los viticultores y enólogos, la influencia del terroir y las características propias de Rías Baixas se combinan para ofrecer experiencias sensoriales inigualables.

Te invitamos a adentrarte en el origen de nuestro preciado vino, descubriendo cómo nace y se desarrolla en la D.O. Rías Baixas.

 

Así se produce la fecundación y fructificación en los viñedos

El ciclo de vida de la vid es una obra maestra de la naturaleza que se repite cada año. Comienza en invierno, cuando la vid descansa y se prepara para el próximo ciclo. A medida que llega la primavera, la vid comienza a brotar y se despliega en todo su esplendor.

Durante la primavera, la vid florece y se produce la fecundación. Las flores, pequeñas y discretas, darán paso poco a poco a las uvas. El proceso de fecundación es crucial, ya que determina la cantidad y calidad de las uvas que se cosecharán.

Durante esta etapa comenzamos a observar cómo de las flores comienzan a brotar pequeños frutos de un intenso tono verde debido a las altas cantidades de clorofila en su interior. Este proceso es denominado cuajado.

Como la planta se encuentra en plena fase de crecimiento, es necesario vigilarla y ayudarla a crecer de la manera más sana posible, para que todos los racimos se desarrollen adecuadamente. Por ejemplo, una acción muy típica en estos meses es la del aclareo. Esta práctica consiste en una limpieza de la vid, podando vástagos o tallos que, por sobrecarga de la planta, limitan el crecimiento y pleno desarrollo de los principales racimos.

Una vez se ha producido la fecundación, comienza el proceso de fructificación. Las uvas comienzan a formarse y crecer. Durante este período, el viticultor juega un papel fundamental en el cuidado de la vid, garantizando que reciba los nutrientes adecuados para alcanzar un desarrollo óptimo.

A partir de este momento, y con el paso de los meses, las uvas irán madurando. En este proceso influyen muchos factores, como lo son las horas de sol a las que las uvas están expuestas. Por eso en la D.O. Rías Baixas nuestros viticultores realizan un seguimiento constante para determinar el momento óptimo de la vendimia, cuando las uvas alcanzan su plenitud y están listas para convertirse en vino.

 

Cuajado de la vid: De flor a uva

Hablar del cuajado en viñedos es hablar del proceso de transformación de las flores en uvas. Este proceso tiene lugar tras la floración y es fundamental por 2 motivos: Marcará el rendimiento y calidad de la cosecha. Es vital que el cuajado transcurra con normalidad, ya que un mal cuajado influye en la calidad y sabor del vino producido.

Durante el cuajado, se produce la fecundación de las flores y la formación de los frutos. Cada una de las flores femeninas contiene un ovario que, una vez se fertiliza, se convierte en uva. Sin embargo, hay que tener en cuanto que no todas las flores se convertirán en uva. De hecho, las flores no polinizadas, desaparecen. Esto puede producirse por diferentes motivos:

  • Abortos naturales, provocados por condiciones climáticas adversas
  • Enfermedades
  • Falta de polinización
  • Escasez de nutrientes necesarios

Se dice que el cuajado finaliza con éxito cuando los racimos tienen una cantidad de bayas adecuada y una distribución correcta, que permita el completo desarrollo de todas ellas.

 

5 elementos que influyen en la fecundación y fructificación

Son muchos los factores que influyen a lo largo de estas etapas del ciclo de la vid, pero estas son algunas de las principales:

  1. Polinización: Factor crucial, ya que el polen transportado por el viento o insectos polinizadores, como abejas, llega a las flores femeninas de la vid, permitiendo la fertilización y la formación de las uvas.
  2. Temperatura: Las temperaturas moderadas y estables durante la primavera favorecen una adecuada polinización y desarrollo óptimo de las uvas en esta etapa.
  3. Humedad: Si los niveles de humedad son los adecuados, los racimos de uva sufrirán un desarrollo más sano.
  4. Luz solar: La exposición a la luz del sol es crucial, ya que no solo permite a la planta realizar la fotosíntesis, sino también estimular la producción de azúcares en las uvas, su desarrollo y madurez.
  5. Nutrientes del suelo: La disponibilidad de nutrientes en el suelo es esencial para el crecimiento de la vid y la formación de uvas de calidad. El nitrógeno, el fósforo y el potasio son algunos de ellos.

 

El legado de la tradición en la elaboración del vino en Rías Baixas

En Rías Baixas, el proceso de fecundación y fructificación de la vid es parte de un legado ancestral. Las prácticas tradicionales transmitidas de generación en generación se combinan con las técnicas modernas para obtener vinos que reflejan la historia de su región. Tanto es así, que puedes descubrir cómo la tradición se entrelaza con la innovación en cada copa de Rías Baixas.

Ahora ya sabes que el proceso de fecundación y fructificación de la vid es uno de los primeros pasos en la creación de nuestros vinos. En la D.O. Rías Baixas, nuestras tierras acogen este ciclo de vida con pasión y dedicación, creando vinos excepcionales. Desde el nacimiento de la vid hasta la copa final, cada sorbo nos conecta con la naturaleza y la historia de nuestras tierras. ¡Descubre y disfruta de los vinos D.O. Rías Baixas!