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28 de febrero

¿Qué se hace con los restos de poda en la D.O. Rías Baixas?

Las bodegas de Rías Baixas cierran el círculo natural transformándolos en abono para los viñedos

El invierno es la época de poda por excelencia. Las bodegas realizan los trabajos de corte de las ramas de los viñedos para fomentar su correcto desarrollo tras la reanudación del ciclo vegetativo.

Pero ¿qué hacen las bodegas de la Denominación de Origen Rías Baixas con los restos de la poda de la vid? El técnico de campo Daniel Álvarez nos explica cuál es el procedimiento habitual.

En primer lugar, es necesario saber en qué estado sanitario se encuentran los restos de poda. “Si detectamos que las ramas muestran algún signo de enfermedad de la vid, tales como mildiu o yesca, entre otras, no tenemos más remedio que proceder a su quema”, explica Daniel Álvarez.

Este tipo de enfermedades se pueden distinguen después de realizar los cortes en las ramas tras la poda.

Si las ramas cortadas se encuentran perfectamente sanas, se realiza su procesado.

Este implica, en palabras de este técnico de campo, “la madera se trata hasta transformarla en serrín”.

A continuación, este material servirá como abono para los viñedos. “Aunque no sustituye a los abonos y a algunos tratamientos que se les pueda aplicar a las viñas, sí que suponen algún ahorro”, concreta.

Por tanto, además de cerrar el círculo y respetar el medio natural, se produce una leve reducción de costes.

¿Qué es lo que aportan estos restos de poda? De acuerdo con el técnico de campo, las ramas cortadas y procesadas de los viñedos sirven para aumentar el PH del terreno –ya que los suelos de esta Denominación de Origen suelen ser pobres en nutrientes-.

Por ello, necesitan unos aportes para regular su correcto desarrollo. Es por ello que los restos de poda se combinan con la aplicación de abonos animales.

Además de este serrín, las bodegas también aprovechan los restos de cortar la hierba natural que nace a los pies de los viñedos. “Cuando tiene unos 20 centímetros de longitud, procedemos a cortarla y después se deja sobre el terreno para que se vaya descomponiendo y haciendo también las veces de abono”, indica Daniel Álvarez.

De este modo, todo lo que da la tierra regresa a ella para fomentar el crecimiento de los viñedos de los que brotarán las uvas con las que se elaboran los vinos de Rías Baixas.

Sostenibilidad y respeto al entorno son, pues, parte de las claves de la viticultura en esta Denominación de Origen.