Volver

02 de junio

Quinta de la Erre, cuando la viticultura en Rías Baixas se convierte en una forma de vida

Con una producción 100% propia, esta bodega busca potenciar el carácter atlántico de sus vinos a través de una viticultura artesanal

La bodega Quinta de la Erre, de la D. O. Rías Baixas, se ubica a pie de río Miño, en O Rosal Cuando la profesión se convierte en una forma de vida, se pueden crear iniciativas de lo más singulares. Así nació la bodega Quinta de la Erre. Ubicada en la subzona de O Rosal de la Denominación de Origen Rías Baixas, esta empresa vitivinícola nació del interés del matrimonio de José Santiago Rodríguez y Eva Rubal por “desarrollar un proyecto propio dentro del mundo del vino”, basado en una producción 100% propia. Esta apuesta también les ha permitido la conciliación familiar. “Tenemos tres hijas, Alejandra, Cayetana y Adriana, y hemos conseguido compatibilizar nuestra vida personal con la familiar, lo que supone un activo más en nuestra cuenta de resultados”, explica José Santiago. La singularidad y personalidad de este proyecto se refleja en el propio nombre de la bodega. “Quinta se refiere a nuestra procedencia de un único y viejo viñedo, y de la Erre, a los apellidos de nuestra familia, Rodríguez y Rubal”, concreta el cofundador. Aunque la presentación oficial de esta bodega se materializó en 2011, previamente se tuvo que completar un largo proceso para llevar a cabo “la recuperación de un único y singular viñedo ubicado en Eiras, O Rosal, que es el origen de nuestros vinos”. En una extensión de diez hectáreas centran su producción en tres variedades de uva autóctonas: albariño, loureiro y caiño. “Esta única parcela está ubicada a los pies de la bodega y nos permite respetar y cuidar las singularidades de nuestro terreno realizando todas las labores de forma artesanal, con el objetivo de recolectar uva de la máxima calidad”, afirma José Santiago.

 

Más de la mitad de esta parcela cuenta con viñedos plantados en la década de los 80. “Su edad nos aporta una singularidad sin igual. Además, su ubicación nos permite completar y ampliar esos factores diferenciadores, ya que nuestros viñedos, protegidos por el monte de la Magdalena, descansan en cinco bancales en alturas, desde los cuales se divisa el río Miño”, añade. Sus peculiares características hacen de esta zona “un lugar inigualable para el cultivo de nuestras variedades autóctonas y, fruto de ello, obtenemos vinos redondos, equilibrados, muy vinculados a la tierra y que resisten el paso del tiempo de forma extraordinaria”, concreta. Todos ellos destacan por conseguir la potenciación de ese marcado carácter atlántico propio de los vinos de la Denominación de Origen Rías Baixas.

Nuevas elaboraciones

Con un microclima propio y una localización privilegiada, desde Quinta de la Erre centran sus esfuerzos en “la recuperación y profesionalización de nuestro viñedo. Creemos que cuanto mejor cuidemos nuestro origen, mejor elaboraremos nuestros vinos”, concluye José Santiago. En su gama de productos destacan el albariño 100% Quinta de la Erre y el Rosal Selección Cepas Antiguas Quinta de la Erre. En este último caso, se trata de un coupage de albariño, loureiro y caiño. Siempre en busca de la diferenciación desde esta bodega de O Rosal  desarrollan sus propios proyectos de investigación, tarea para la que destinan un tanto por ciento de su producción total. Así, esperan “aportar elaboraciones diferentes y que estos proyectos den pronto sus frutos”. En esta misma línea y en búsqueda también de una mayor pureza de sus elaboraciones están desarrollando un nuevo enfoque de su viticultura utilizando técnicas  de la agricultura biodinámica con el objetivo en un medio plazo de elaborar vinos orgánicos. Pese a su corta existencia, Quinta de la Erre ya está presente en gran parte de la geografía española, así como en otros países como Estados Unidos, Reino Unido o Alemania. Como objetivos próximos, en sus palabras, “queremos ampliar nuestra presencia  en el exterior”.

Enoturismo

Además de la propia labor vitivinícola, desde Quinta de la Erre también apuestan por el enoturismo “como una doble vía: un arma de comunicación para transmitir en primera persona los valores y atributos de nuestro proyecto y también como una línea más de negocio”. Su oferta enoturística contempla no solo una visita a la propia bodega, sino también un recorrido por el patrimonio histórico y natural de la subzona en la que se encuentra.“Disfrutamos enseñando nuestro viñedo, nuestra pequeña historia y, por supuesto, nuestro entorno. Estamos rodeados de historia y naturaleza, que queremos y debemos conocer, y creemos que no hay nada mejor que caminar, conocer y maridar todo esto con nuestros vinos”, explica Jose Santiago . Entre los enclaves de referencia destacan el Monte de la Magdalena, la iglesia de San Bartolomé, el Vía Crucis -con piezas originales del siglo XVI-, el petroglifo de Eiras, así como los senderos de los montes comunales de Eiras y San Juan… Para poder participar en las visitas guiadas, dirigidas a un número mínimo de 10 personas, es necesario solicitar cita previa a través del teléfono 693 622 429 o en el e-mail labodega@quintadelaerre.com.