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25 de febrero

Tipos de sacacorchos y cómo utilizarlos correctamente

Tipos de sacacorchos y cómo utilizarlos correctamente.

Si consumes vino dentro y fuera de casa es probable que hayas visto que tu sacacorchos y el que emplean los camareros o sumilleres es diferente. Si te consideras un amante del vino o winelover, es probable que hasta tengas diferentes modelos de sacacorchos en casa. Pero… ¿Cuántos tipos crees que hay? ¿dos?, ¿tres?, ¿quizás 4? Tranquilidad, pocas personas acertarían que al menos existen 8 tipos de sacacorchos diferentes.  

¿Y por qué hay tantos tipos de sacacorchos? Como con otros accesorios relacionados con el vino, los sacacorchos que hoy conocemos han evolucionado y han sido objeto de cientos de patentes, pero a diferencia de las botellas o las copas, por ejemplo, ninguno se ha considerado el sacacorchos estándar. Cada uno tiene sus ventajas para determinados usos, usuarios, tipos de vino o corcho y por eso se han mantenido. 

Cómo abrir una botella de vino con sacacorchos

El diseño de algunos sacacorchos guarda relación con los pasos para abrir una botella de vino o con la forma de ésta. Abrir una botella de vino es muy fácil, pero dependiendo del sacacorchos que uses, necesitarás más o menos pericia. Estos son los pasos: 

Retirar la cápsula: La cápsula es la lámina, normalmente de metal, que cubre la boca de la botella y el corcho. La recomendación profesional es cortarla por debajo del gollete, el engrosamiento del vidrio en forma de anillo que hay en la boca de la botella. Así se evita que los restos de la cápsula caigan en la copa al servir, pero también puedes retirarla por completo. 

Retirar el corcho: Hazlo con la botella apoyada en una mesa para que sea cual sea el modelo de sacacorchos que uses, puedas colocar la punta de la espiral o husillo de tu descorchador en el centro del corcho y mantenerlo vertical hasta el final. Así evitarás romperlo y que sus restos vayan a parar al vino. Intenta que el husillo traspase totalmente el corcho y pueda generar virutas que caigan dentro. Extrae el tapón lo más limpiamente posible y sirve. 

Tipos de sacacorchos: cómo funcionan y para qué sirven

1. Sacacorchos en forma de T

El sacacorchos en forma de T es quizás el más rudimentario, básico y resistente y tiene toda la lógica del mundo porque fue el primero en inventarse.  Consiste en una empuñadura, habitualmente de madera, y un husillo espiral o espiga perpendicular, formando una T. Para abrir la botella, hay que introducir la espiral en el centro del corcho girando hasta el final y luego tirar de la empuñadura. Seguro que habrás deducido cuál es su mayor desventaja: el esfuerzo. 

Sacacorchos en forma de T.

El primer sacacorchos en forma de T está documentado en 1676 como “un tornillo de acero utilizado para extraer los tapones de las botellas”, aunque el primer modelo patentado por el británico Samuel Henshall llegó en 1795. 

2. Sacacorchos de dos tiempos o de sumiller

Es el modelo de sacacorchos más utilizado por profesionales de la hostelería y sumilleres porque es sencillo, plegable y fácil de guardar en un bolsillo. Además, actualmente incorpora un pequeño cuchillo para cortar y retirar la parte superior de la cápsula con el mismo utensilio. Atribuido al alemán Carl Wienke, este sacacorchos evoluciona el de forma de T, al incorporar una espiral plegable y una pestaña que se apoya sobre el gollete de la botella y permite extraer el tapón haciendo palanca, sin esfuerzo. La mayoría de esas pestañas de los sacacorchos de sumiller tienen dos posiciones de apoyo, una para extraer la primera parte del corcho y la otra, para el tramo final. Por eso se llaman de dos tiempos. 

Si has ganado alguno de los sorteos que realizamos en nuestras redes sociales, puede que tengas el sacacorchos de la D.O. Rías Baixas 😊, un modelo de sumiller que requiere algo de práctica, pero al que te engancharás cuando aprendas a usarlo, sobre todo porque cabe en cualquier esquina y es perfecto para disfrutar de un vino como nuestro Albariño Rías Baixas, un Blanco como Ninguno. 

3. Sacacorchos de alas o de mariposa 

Sacacorchos de alas o de mariposa.

Quizás el modelo más habitual en el consumo doméstico por su sencillez, el sacacorchos de alas fue inventado en 1930 por Dominick Rosati, pero sobre la base de la formidable invención de James Heeley (1850): el sacacorchos de dos palancas. A diferencia del de dos tiempos, éste tiene una estructura que se encaja sobre la boca de la botella y facilita que la espiral entre centrada el corcho. Sólo hay que sostenerla pegada a la botella con una mano y girar la parte superior del sacacorchos con la otra, mientras las alas suben hasta el tope y la espiral penetra el corcho. Al bajar las alas el corcho se extrae limpiamente.  

4. Sacacorchos de rosca

El sacacorchos de rosca es una evolución del de alas. En la parte superior de su mango tiene una pestaña que permite cambiar la funcionalidad de la espiral; para entrar en el corcho o para sacarlo. Como imaginarás, su facilidad de uso es su gran ventaja, aunque como algunos modelos que hemos visto ya, no son los más adecuados para corchos frágiles o para abrir botellas de vinos de colección.  

5. Sacacorchos tipo blíster

Los tipo blíster son una evolución doméstica y más automatizada de los sacacorchos de alas sobre la que luego se desarrollaron los modelos eléctricos. La espiral está oculta en una cápsula que encaja en el cuello de la botella y se gira siempre en el mismo sentido. Cuando el corcho llega al final, hace tope con la botella y la espiral gira al contrario para extraerlo.

6. Sacacorchos de láminas o de mayordomo

El de láminas es quizás el más profesional de los sacacorchos y el menos extendido, aunque según algunas fuentes empezó a utilizarse en Francia ya en el siglo XV. Es el más recomendable para descorchar botellas antiguas o grandes reservas con más de diez años en botella, porque permite extraer el corcho sin perforarlo, algo muy útil si no está en perfecto estado. 

Sacacorchos de láminas o de mayordomo.

Consta de dos láminas paralelas; una más corta que la otra, que precisamente por la tendencia natural del corcho a encogerse con los años, pueden introducirse verticalmente entre el corcho y la botella. Una vez dentro, es necesario girar para extraerlo suavemente. Como podrás imaginar, hace falta mucha habilidad y experiencia para usarlo. 

7. Sacacorchos de palanca

El de palanca es un descorchador con un funcionamiento similar al de pared, pero de mano. Dispone de una boca que se acopla a la de la botella y una palanca que al accionarla de abajo arriba la abre de forma rápida y sencilla. Estos sacacorchos son muy sencillos de usar, pero muy voluminosos, por lo que es más habitual verlos en eventos de vino en los que es preciso abrir varias botellas de forma rápida.

 Sacacorchos de palanca.

8. Sacacorchos eléctricos

Lo último en tecnología dentro del mundo de los sacacorchos son los eléctricos, que accionados con un botón, introducen el husillo y sacan el corcho en cuestión de segundos sin ningún esfuerzo. Son uno de los regalos más socorridos para auténticos winelovers y facilitan mucho el trabajo, pero son bastante grandes y poco económicos. En esta línea, existen también los de aire comprimido, igualmente automáticos pero que, en lugar de extraer el corcho con una espiral, introducen aire comprimido dentro de la botella y éste saca el corcho. 

Sacacorchos eléctricos.

Museos del sacacorchos

Llegados a este punto, es posible que te hayas replanteado la importancia de ese accesorio al que hasta ahora le habías prestado poca atención. Por increíble que te parezca, durante el siglo XIX en Reino Unido se patentaron 350 modelos de sacacorchos y existen piezas antiguas elaboradas con materiales nobles y profusamente decoradas. Quizás por ello existen colecciones privadas; el museo Vivanco de La Rioja incluye en su exposición 3.000 sacacorchos diferentes y el Museo de la Viña y el Sacacorchos de Chablis-Tonnerrois (Borgoña, Francia), contiene 4.900 piezas del siglo XVIII.