¿Has probado alguna vez un vino tinto Rías Baixas? Si esta pregunta te sorprende, tienes todo un mundo que descubrir. Como siempre decimos, si hay algo que caracteriza a la Denominación de Origen Rías Baixas respecto a otras de las que existen en España es la diversidad, que ofrecen las 5 subzonas que conforman el territorio D.O., cada una con sus particularidades y diferentes tipos de vinos que producen.
Claro que el Albariño Rías Baixas es el más conocido y apreciado de los vinos Rías Baixas. Tanto que hay personas que identifican la D.O. Rías Baixas con nuestro vino rey, pero hay muchos más. En concreto, las 180 bodegas que forman parte de nuestra D.O. pueden elaborar 7 tipos de vinos blancos diferentes, el Albariño Rías Baixas y 6 plurivarietales con diferentes coupages, pero también tintos y espumosos.
La respuesta corta a esta pregunta es… Las posibilidades son infinitas. ¿Por qué? Los vinos tintos Rías Baixas se pueden elaborar con cualquiera de los 8 tipos de uvas tintas o castes que están permitidas. Las uvas son Caiño tinto, Castañal, Espadeiro, Loureira tinta, Sousón, Mencía, Brancellao y Pedral y la combinación de ellas es libre siempre que estén cultivadas dentro del territorio de la D.O. Rías Baixas.
A diferencia de los vinos blancos Rías Baixas no hay coupages definidos con proporciones específicas de ciertos tipos de uva. Lo contrario a lo que ocurre, por ejemplo, con el vino Rías Baixas Rosal, que debe tener al menos un 70% de uvas Albariño y Loureira, o el Rías Baixas Condado do Tea (70% de Albariño y Treixadura). Así que el mundo de los vinos tintos Rías Baixas es enorme y las combinaciones y coupages posibles, casi infinitos.
Sin embargo, en la D.O. Rías Baixas se elaboran coupages de diferentes uvas tintas y también monovarietales, sobre todo de Sousón, Espadeiro y Pedral.
La única limitación es que las cepas de uvas tintas plantadas, y la producción de vinos tintos en las Rías Baixas son escasas, casi mínimas si la comparamos con las de uva Albariño. Pero eso no siempre ha sido así y las tendencias del mercado y la apuesta de cada vez más bodegas apunta a que la producción irá a más en los próximos años. Salvando las distancias, claro.
Los vinos tintos Rías Baixas son vinos atlánticos, como los blancos, muy frescos, ligeros y de buena acidez. A diferencia de otros vinos tintos, no necesitan madurar en barrica, aunque algunas bodegas los crían durante periodos de tiempo variables. Por eso son vinos muy frutales, muy aromáticos, de baja graduación (11-12º) y poco cuerpo, agradables de beber y más aptos para maridar con todo tipo de platos y gastronomías que los vinos tintos compactos, crianza o reserva.
Son precisamente estas características las que en opinión del periodista David Schwarzwälder, autor de la primera guía de vinos españoles en Alemania y primer extranjero en obtener el premio Nariz de Oro al mejor catador-sumiller de España, hacen que los tintos Rías Baixas tengan tanto potencial y futuro. Porque son vinos que se adaptan muy bien a las tendencias del mercado del vino, de lo que buscan los consumidores con más conocimiento.
“Los vinos Rías Baixas tintos son vinos únicos, hay muy pocos vinos en el mundo que se asemejen o sean mínimamente comparables. Salvando las distancias, recuerdo los vinos Pinot Noir alemanes que prácticamente dejaron de elaborarse porque no se entendían, eran tintos muy ligeros. Eso ha cambiado y hoy en día, el consumidor que ya tiene un cierto conocimiento del mundo del vino demanda más y más vinos tintos como los Rías Baixas; ligeros, finos y frescos, y yo les veo muchísimo potencial, apunta David Schwarzwälder.
Periodista especializado, formador de sumilleres y especialista en vinos españoles de mayor renombre en los mercados germanoparlantes, David Schwarzwälder participó activamente en la pasada edición de la Festa dos Viños Tintos Rías Baixas, en As Neves (Pontevedra). Durante su visita, tuvo la oportunidad de profundizar en la historia de estos vinos, que hace 60 años, antes de la expansión del Albariño Rías Baixas, era predominante en algunas de las subzonas de la D.O Rías Baixas. “Tengo un gran recuerdo de los años 80 en el Casco Vello de Pontevedra con los vinos tintos gallegos, que se servían sin embotellar y no se vendían”, rememora.
Y es que en contra de lo que mucha gente piensa, los Rías Baixas tintos tienen una larguísima tradición en la subzona de O Condado, donde la elaboración se ha mantenido siempre, pero también en O Salnés, donde dejó de comercializarse hasta la recuperación de las cepas, sobre todo, a partir de los primeros años de la década de los 2000.
Los actuales vinos Rías Baixas tintos recogen la tradición de una elaboración familiar, a partir de uvas autóctonas, de vinos que consumían de forma habitual en el ámbito doméstico o en pequeñas tascas o furanchos. El Albariño Rías Baixas era minoritario hace 60 años y mucho menos popular de lo que es hoy en día. Pero con su expansión y el incremento de la demanda, muchos viticultores optaron por arrancar cepas de uvas tintas y apostar por las blancas, y especialmente por la Albariño. En los últimos 20 años la recuperación de las cepas antiguas de uvas tintas se ha intensificado, y algunas bodegas y viticultores empezaron a elaborar vinos, probando, sin más formación que la experiencia y el testimonio de los mayores. Algunos de los tipos de uva, de hecho, estuvieron a punto de desaparecer.
Hoy en día, los vinos tintos son muy minoritarios en la D.O. Rías Baixas pero van ganando mercado, especialmente en el extranjero. Japón, Estados Unidos y Australia son algunos de los destinos de la producción de las 45 bodegas que elaboran tintos Rías Baixas, y que normalmente, agotan sus existencias en poco tiempo.
En la pasada vendimia, la producción de uvas tintas ascendió a 360.704 kilos, un 0,8% del total de la D.O. (43,8 millones de litros) y las 8 uvas tintas suman una vendimia equivalente a la recogida sólo de la blanca Caiño blanco, la segunda en volumen de producción por detrás y a mucha distancia de la uva Albariño (42,5 millones de kilos).
Aún dentro de la enorme distancia con respecto a la uva Albariño, el crecimiento de la producción de las uvas tintas en las Rías Baixas es lento, pero ha avanzado considerablemente en los últimos 20 años. La producción se multiplicó por 5 entre 2011 (un buen año para los tintos Rías Baixas) y este 2021, pero desde 2011 hasta este año creció un 8%. En 2010 sólo 16 bodegas producían Rías Baixas tintos, frente a las 45 de hoy en día.
Precisamente dada la escasez de cepas de uvas tintas y la baja producción, David Schwarzwaelder entiende que los mercados de los Rías Baixas tintos siempre serán de nicho, de consumo minoritario, pero anima a aprovechar la oportunidad que lamentablemente ofrece el cambio climático, que desde hace años favorece el cultivo de estos vinos en Galicia y en las Rías Baixas.
“Es una cuestión de tiempo, pero auguro un gran crecimiento de los Rías Baixas tintos porque tal vez en España todavía se llevan vinos concentrados y compactos, como los clásicos de Ribera de Duero y Rioja, pero en otros países tenemos más tendencia a estos tintos frescos y ligeros. En el centro de Europa tienen gran aceptación y creo que la nueva gastronomía nórdica o escandinava, como la oriental, son un buen maridaje con vinos de este tipo, porque la tendencia es esa, hacia los productos autóctonos, de territorios localizados y vinos ligeros. Creo que hay un gran mercado, asociado a esta gastronomía y a la alta cocina”, reconoce.