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07 de septiembre

¿Qué hacen los profesionales en la D.O. Rías Baixas para que la vendimia sea exitosa?

Las bodegas de esta denominación de origen realizan la puesta a punto para la recogida de la uva. Muestreos, planificación y limpieza resultan fundamentales para desarrollar la tarea de un modo eficaz

 

La vendimia es el momento más delicado de todo el año en la viticultura. Sin embargo, más importantes si cabe son los trabajos previos a esos días de actividad frenética. Para que la vendimia se lleve a cabo de un modo exitoso, hay que desarrollar unos intensos trabajos previos. Muestreos, planificación y limpieza son algunas de las claves que detalla el responsable del Departamento de Viticultura de una de las bodegas de la Denominación de Origen Rías Baixas, Diego García.

1) Zonificación: en primer lugar, se establecen distintas áreas dentro de las parcelas adscritas a las bodegas cuyas viñas evolucionan de un modo similar. “No maduran de la misma forma las parcelas más próximas al mar que aquellas que se encuentran más en el interior. Cada área tiene unas condiciones climatológicas diferentes”, explica García. Es por ello que establecer las pautas de evolución resulta fundamental a la hora de organizar el trabajo en vendimia.

2) Pesaje: Desde el inicio del envero se controla el peso de los granos de uva, que se recogen de modo aleatorio en distintas parcelas representativas. Gracias a estos valores “se puede realizar una estimación de cuál será la recolección total durante la vendimia”, indica el técnico.

3) Analíticas: Una vez que los racimos han llegado al punto del envero (en el caso de las variedades blancas se identifica por el cúmulo de líquido, y en el de las tintas, por el cambio de color), se recogen nuevamente muestras aleatorias y representativas para realizar los pertinentes controles de maduración. Dichas muestras se llevan al laboratorio donde los técnicos proceden “al prensado de la uva para después determinar su acidez, graduación alcohólica probable o nivel de azúcares y PH”, además del propio estado sanitario de los granos. Unas condiciones que varían año a año dependiendo de las circunstancias climatológicas. Estas analíticas se repiten periódicamente hasta llegar al momento óptimo de recogida, que estará marcado por el equilibrio entre la acidez y la graduación.Los viticultores, por su parte, que previamente llevaron a cabo el deshojado de la vid, vuelven en esta época a revisar las viñas para retirar aquellas hojas que pudieran dificultar la ventilación de los racimos. Esta mayor ventilación facilita una adecuada evolución de la maduración.

4) Planificación: Teniendo en cuenta los resultados de los análisis, se estipulará el orden de recogida de uva durante la vendimia. Según palabras de Diego García, “en base a los resultados de las analíticas establecemos unas pautas no solo para el inicio de la recogida, sino también para la recepción de uva en bodega. Concretada esta planificación, resulta mucho más sencillo llevar a cabo los trabajos de vendimia de un modo mucho más controlado y eficaz”, concluye. Es por ello que no se vendimian todas las subzonas de la Denominación de Origen Rías Baixas al mismo tiempo, ni incluso todas las parcelas pertenecientes a una misma bodega.

5) Mantenimiento: Paralelamente a estos trabajos de campo, desde la propia bodega se deben realizar unas meticulosas labores de mantenimiento. “Parte de la maquinaria que tenemos se utiliza solamente una vez al año, por lo que resulta fundamental que todo funcione correctamente”, explica. En este sentido, Diego García explica que “el primer día de vendimia debemos ser cautelosos, por lo que tendemos a recoger menor volumen de uva. De este modo, si surge algún tipo de problema, estamos a tiempo de subsanarlo. Una vez que esta jornada inicial se desarrolla con normalidad, vamos incrementando el ritmo de un modo progresivo”.

6) Limpieza: Tan fundamental como cualquiera de los pasos anteriores es la limpieza de la bodega, de los aparatos y utensilios que se van a utilizar durante la vendimia. “Seguimos unas estrictas normas de control de residuos. A través de continuas analíticas garantizamos la trazabilidad del producto desde la entrada en bodega hasta su envasado final. Por ejemplo, si la uva no llega en buenas condiciones a la bodega, tal y como determinan las normas del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas, la partida se rechaza. Estas meticulosas analíticas son las que ofrecen la garantía de calidad a los consumidores de nuestros vinos”, afirma. Además, durante vendimia se garantiza la limpieza de todos los utensilios con lavados previos y posteriores a cada recolección de uva. “En nuestro caso, en la fase de recepción de uva, contamos con una lavadora específica para las cajas, de modo que en el momento del vaciado pasan por un lavado para poder volver a utilizarlas”, concluye.Todos estos cuidados son los que garantizan que la vendimia en la Denominación de Origen Rías Baixas se desarrolle con normalidad. Un éxito que se repite año tras año gracias al trabajo conjunto de todos los profesionales implicados en las bodegas.