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15 de noviembre

10 factores para reconocer un buen vino sin ser experto

Sobre gustos no hay nada escrito, y en el mundo del vino ocurre lo mismo. De todos modos, hoy no venimos a hablar de gustos, sino de cómo detectar un buen vino. Existen diferentes factores y parámetros que nos pueden ayudar a analizar y descubrir si un vino es bueno.

En Denominaciones de Origen, como la de Rías Baixas, encontrarás un amplio abanico de opciones (seguro que tu favorita se encuentra entre ellas 😉🥂): vinos blancos, tintos, espumosos, jóvenes, de crianza… ¡Todos buenos! Y es que esta D.O. integrada por casi 180 bodegas ofrece variedad, versatilidad y calidad a todos aquellos que deseen probar un buen vino.

En una cata existe una fase visual, olfativa y gustativa. Esto quiere decir que para juzgar si estamos ante un buen vino debemos juzgarlo a través de la vista, el olfato y el gusto. ¡Pero hay muchos más factores que influyen! ¿Quieres conocerlos? Sigue leyendo.

 

1. Vinos con Denominación de Origen

A la hora de elegir un buen vino, lo mejor siempre es escoger un vino con Denominación de Origen, como cualquiera de la D.O. Rías Baixas. Escoger un vino con D.O. es apostar sobre seguro, porque sabes que son vinos que han pasado por estrictos controles y cumpliendo con todos los parámetros recogidos en el pliego de esa Denominación. Y es que si no cumple con todos los requisitos, no podrá ser etiquetado como vino con Denominación de Origen.

Fíjate bien en la tirilla que encontrarás en la parte trasera de la botella. Si no cuenta con ella, no es un vino de la D.O. Rías Baixas.

 

2. Tipo de uva

Que según el tipo de uvas utilizadas en la elaboración de un vino conseguirás un resultado u otro, está claro. Por ello, según el tipo de uva (o uvas, en el caso de los vinos plurivarietales) utilizadas obtendremos vinos que mariden mejor con unos platos que con otros.

En la Denominación de Origen Rías Baixas, más del 95% de la producción de uva es de la variedad Albariño, lo que convierte a sus vinos en el complemento ideal de pescados y mariscos, pero también de carnes blancas, ibéricos, pastas, elaboraciones en crudo y postres de crema, vainilla y nata.

 

3. Carácter

Los vinos de la D.O. Rías Baixas tienen un carácter muy marcado. Si los has probado, seguro que ya sabes cuál es: CARÁCTER ATLÁNTICO. El terroir en el que se producen estos y la climatología y cercanía al océano confieren a estos vinos un carácter que los diferencia de cualquier otro tipo de vinos. Además, no importa si estás tomando un blanco, un tinto o un espumoso de Rías Baixas, todos ellos comparten ese rasgo común, esa esencia atlántica.

 

4. Paso del tiempo

Un buen vino tiene la capacidad de envejecer y mejorar con los años. De ahí el dicho: “Envejecer como el buen vino”. Cromáticamente, en el caso de los vinos blancos se manifiesta en un oscurecimiento del vino, que tiende a ser amarillo dorado. Sin embargo, los tintos tienden a perder intensidad cromática, con tonalidades menos marcadas. Así que ya sabes, ¡fíjate en el color del vino!

A diferencia de otras variedades de uvas blancas, está demostrado que los vinos elaborados con uva Albariño, la reina de la Denominación de Origen Rías Baixas, son perfectamente aptos para madurar y presentan una excelente evolución a lo largo de los años, ya sea este envejecimiento en barrica, botella o mediante nuevas técnicas, como la de los huevos de granito, un procedimiento pionero de la D.O. Rías Baixas.

 

5. La etiqueta

¿Has ido a comprar un vino D.O. Rías Baixas y no sabes cuál elegir? El etiquetado de los vinos te dará pistas, orientándote un poco a la hora de escoger un vino u otro. Descubre a qué temperatura servirlo, qué uvas se emplearon en su elaboración, su añada, bodega e incluso ideas para armonizarlo con los platos que mejor le peguen. Todo vino que se precie te dará estos y otros datos en su etiqueta.

 

6. Equilibrio

Hablar de equilibrio es hablar de balance entre 4 elementos esenciales en cualquier vino: acidez, dulzor, alcohol y taninos. La acidez y el tanino endurecen el vino, mientras que el azúcar y el alcohol son agentes que suavizan. Para que un vino sea equilibrado, ninguno de ellos debe sobresalir en exceso. Imagina un vino en el que el punto alcohólico predominara con demasiada fuerza… No sería agradable de beber.

A simple vista, decir que un vino es equilibrado parece complicado. La mejor forma de descubrirlo es… ¡Con un maridaje! Acompáñalo de tu plato favorito y te darás cuenta de si estás ante un vino equilibrado o no. Los vinos de la D.O. Rías Baixas son fáciles de beber, equilibrados y perfectos para cualquier maridaje, tanto con la gastronomía nacional como internacional.

 

7. Tipo de vino

Presta atención al tipo de vino que estés escogiendo. No es lo mismo un vino blanco, que un tinto, que un espumoso… Existen muchos tipos de vinos y cada uno tiene sus peculiaridades que lo hacen funcionar mejor con unos platos que con otros.

Si quieres conocer alguno de los mejores maridajes con vinos de la D.O. Rías Baixas, puedes hacerlo en la sección de Maridajes de nuestro Blog.

 

8. Aroma

Seamos claros: un vino que no desprende aromas no es un buen vino. El aroma está relacionado con muchos otros factores, y es que dependiendo del tipo de vino o de su carácter los aromas serán unos u otros.

En el caso de los vinos blancos de la D.O. Rías Baixas, los aromas se caracterizan por ser frutales, florales y con un punto de acidez; los Rías Baixas Tintos presentan aromas limpios, de media intensidad, pero también con tintes florales y afrutados, que recuerdan a frutos rojos. Como ves, cada tipo de vino tiene unos aromas característicos que los hacen únicos.

Una buena forma de percibir todos estos aromas es oxigenando el vino haciendo movimientos circulares con tu copa. Es lo que se conoce como fase olfativa en una cata de vino. Si de esta forma detectas aromas que no deberían estar presentes, el vino se ha estropeado por mala conservación.

 

9. Profundidad

Como todo en la vida, lo “sin sangre” puede aburrir, y lo mismo ocurre con los vinos. Imagina catar un vino que en boca no sabe a nada, plano, que recuerde más a agua que a un vino. Si te encuentras un vino así, es que es de mala calidad, es decir, no es un buen vino.

Los blancos de Rías Baixas, por ejemplo, en boca tienden a ser frescos, fáciles de beber, de paso rápido y con un final floral y afrutado. Calidad en su más pura esencia.

 

10. Limpidez 

Este término se refiere a la presencia de partículas en suspensión en el vino. Dependiendo del tipo de vino, que exista limpidez o no será un indicador de que el vino está bueno o malo.

Generalmente, los vinos tienden a ser limpios en copa, especialmente los blancos, que presentan una concentración más baja de residuos sólidos que los tintos. Aunque también existen vinos que de manera deliberada han pasado por menos procesos de filtración y clarificación y, visualmente, presentan una mayor cierta turbidez.

No obstante, como norma general, si te encuentras con un vino turbio, sin razón aparente, seguramente será porque no es el mejor vino.

 

Existen otros factores a tener en cuenta a la hora de detectar un buen vino, como la complejidad, longitud, fluidez o efervescencia, pero estos son los principales. ¿Los conocías todos?